IM Trust: “Un downgrade en Brasil tendría efectos muy limitados en la renta variable”

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Joel Filipe (Unsplash)

Hace tiempo que el mercado de capitales ha perdido brillo. El principal índice de referencia, Bovespa, ha caído en dólares un 10,7% en lo que va de año y un 32% en los últimos 12 meses. “Los fundamentos han estado bastante débiles, con un crecimiento en las utilidades negativo en términos reales en los últimos cuatro años, producto de los altos niveles de inflación y peores perspectivas de crecimiento para los años futuros”, explican los analistas de IM Trust.

A estos problemas inflacionarios y de desaceleración económica se suma la amenaza de un downgrade sobre la deuda soberana del gigante latinoamericano. Sin embargo, el departamento de economistas de la administradora de fondos y corredora de bolsa chilena espera efectos “muy limitados” si se produce el recorte del rating. “Pese a que los fundamentos en Brasil se han debilitado, la mayoría de estos efectos ya estarían incorporados en los precios. Además, analizando los cambios de clasificación que ha tenido Brasil en su historia, no encontramos evidencia clara de que estos impliquen retornos anormales en agregado”. Asimismo, “a nivel sectorial, el mundial traería positivos resultados para turismo, construcción y bebestibles”.

En la filial de la colombiana Credicorp Capital señalan que en los últimos 30 años la clasificación de Brasil ha variado en 18 ocasiones, de las cuáles sólo en dos han supuesto un retroceso. En los dos downgrade, 1998 y 2002, “el efecto sobre la bolsa fue prácticamente nulo, promediando retornos de sólo -1,6% por debajo de lo esperable dada la relación normal con el resto de emergentes y el mundo, lo que de hecho no es estadísticamente significativo”. En conclusión, “no encontramos efectos de cambios de clasificación sobre la renta variable, ésta sería información ya internalizada por el mercado”.

No obstante, los economistas de IM Trust matizan que en la modificación del año 2009, que fue en positivo para otorgar a Brasil el ranking de investment grade, el impacto sí fue notable. Entonces, “la renta variable tuvo un retorno sobre normal de 9,3%, mostrando que esto efectivamente sorprendió al mercado”.

Si se materializa ahora la pérdida de un nivel de rating el impacto no debería ser equivalente aunque de diferente signo porque “a diferencia del 2009 los temores del downgrade ya llevan bastante tiempo dando vuelta en el mercado y por lo mismo podría ser bastante más esperado. De hecho, el CDS tiene implícito en su nivel al menos un recorte en la clasificación para Brasil”. Por otro lado, aún hay dos pasos para que la principal economía latinoamericana pierda la condición de grado de inversión, con lo que IM Trust reitera que “no hay evidencia que sólo una rebaja tenga impactos sobre normales en la renta variable. En consecuencia, continuamos con una posición neutral en Brasil, producto de que pese al deterioro de los fundamentos macroeconómicos éste ya se encuentra bastante castigado. Adicionalmente, dentro de la región, Brasil es una de las bolsas más dependientes del desempeño en China, el cual esperamos sea estructuralmente positivo”.

Apreciación del real

Los economistas de IM Trust también han llevado a cabo una evaluación del tipo de cambio y la conclusión es que prevén una apreciación del real. Por una parte esta estimación viene explicada por el deterioro de los fundamentales de la economía brasileña, mientras que a esto hay que sumar la revisión realizada al outloook de la deuda en julio de 2013, de estable a negativo por parte de S&P, se une al sentimiento negativo frente a la moneda. Pese a esto, la política monetaria y cambiaria apoyan una apreciación del BRL”.

“De acuerdo con los fundamentales, la cotización de la moneda debería apuntar a un valor de 2.28 por USD”, agregan en IM Trust, frente al promedio de analistas del mercado que apuntan a un valor promedio de 2,45 por dólar, lo que “refleja su sentimiento negativo”. Ahora, “teniendo en cuenta las variables de riesgo (CDS, EMBI), el valor justo de la moneda debería apuntar hacia 2,32 por USD, similar a nuestra estimación a 12 meses para el BRL (2,31 por USD)”. Finalmente, “la intervención cambiaria apunta a impedir que el BRL continúe depreciándose de manera sostenida, lo que impondría un techo similar a la cotización esperada por el promedio de analistas. Así, el BRL debería fluctuar en un canal entre 2,32 y 2,45 por USD, aunque en el corto plazo parece más probable que se pueda ubicar en un canal entre 2,36 y 2,45 por USD, mientras se disipan las dudas sobre la evolución de la economía y los riesgo de cambios de política”, concluyen en la entidad chilena.