Ignacio Fuertes (Rentamarkets): “Hay oportunidades interesantes en compañías de investment grade a rentabilidades de high yield”

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Rentamarkets apuesta por negocios de calidad comprados a un precio razonable para sus carteras de renta variable y por bonos de elevada calidad crediticia en sectores como el tecnológico o el energético para renta fija.

Ignacio Fuertes, socio y director de inversiones de Rentamarkets, señala que hay oportunidades interesantes en compañías de investment grade a rentabilidades de high yield. La firma ha optado por reducir momentáneamente la exposición al riesgo en general. “Reducimos la exposición a aquellos sectores que más dudas generan en términos de generación de flujos de caja”, aclara el experto.

Desde septiembre, han vendido posiciones en sectores de mayor beta (hoteles, aerolíneas, automóviles…) y liquidado posiciones en cocos y deuda IT-2 de entidades europeas. Por otro lado, han aumentado su posición de liquidez hasta el 41% de la cartera y reducido la duración a 1,5 años.

El gestor del Rentamarkets Sequoia prevé un incremento de la volatilidad en la parte final del año debido a una combinación de sorpresas macro negativas, la segunda ola de rebrotes y la incertidumbre sobre la aprobación de una vacuna contra el Covid-19. Asimismo, esperan acontecimientos geopolíticos como las elecciones norteamericanas y las negociaciones del Brexit, junto a un parón en seco de la mejoría de la liquidez.

En estos momentos, afirma Fuertes, los activos financieros se vuelven a encontrar valorados para un escenario ideal. “Las variaciones en las cotizaciones de ciertos activos y segmentos son resultado de unas valoraciones elevadas y una falta de liquidez permanente, lo que hace prever un retorno de los episodios de volatilidad”, afirma Fuertes.

Desde el área de renta variable, José María Díaz Vallejo y Juan Díaz-Jove, cogestores de Rentamarkets Narval, son optimistas con su selección de valores en cartera, aunque sin ignorar que “los riesgos aún son altos”.

Actualmente, apuestan por compañías de calidad de sectores defensivos y cíclicos. Concretamente, las primeras suponen un 42% del núcleo de la estrategia, mientras que las cíclicas pesan un 47%.

Los gestores diversifican entre unas y otras para impedir que una pérdida individual sea inasumible para el resto de la estrategia y lastre al total del fondo, así como para combinar la robustez de las defensivas con la mayor rentabilidad esperada de las cíclicas. Además, tienen una núcleo de posiciones satélite más tácticas y con mayor rotación.

En este sentido, Díaz destaca que la clave no solo está en tomar decisiones correctas sino en proteger el capital en momentos de caída. Según el gestor, esta crisis ha demostrado que "con una estrategia conservadora, no defensiva, se puede ganar dinero a corto y medio plazo".