Hay que tomar nota de la revolución tecnológica en China (BAT)

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Los temores respecto al debilitamiento del crecimiento de China influyen desde principios de año en sus acciones tecnológicas. Pero el pesimismo parece excesivo, pues el país sigue expandiéndose más rápido que cualquier otra economía importante y su Gobierno ha demostrado que está preparado para más estímulo monetario y fiscal.  Además las proyecciones de flujo de caja y crecimiento de beneficios de las tecnológicas chinas parecen sostenibles, sobre todo en comercio electrónico, publicidad digital, viajes en línea y juegos de azar.

A ello se añade la variedad de negocios basados en tecnologías móviles, otra fuente de crecimiento.
De hecho China, considerada la fábrica de bajo coste y las imitaciones, acoge una revolución de innovación que puede transformar el panorama industrial dentro y fuera de sus fronteras. Es una metamorfosis diferente, no diseñada por venerados planificadores estatales, sino por un grupo nacionales de gigantes de Internet tremendamente competitivos que han sacado partido a la prohibición de operar a empresas como Twitter y Facebook.  En menos de diez años Baidu, Alibaba y Tencent (las BAT) han llegado a 1.800 millones de usuarios, con una influencia creciente en consumidor. McKinsey Global Institute señala que Internet puede añadir 1% al PIB en China hasta 2025.

Efectivamente, Internet se ha convertido en parte esencial de la vida de su gente y los negocios relacionados forman parte de su transición hacia una economía impulsada por el consumo y pocos pueden discutir el potencial disruptivo de Baidu, Alibaba y Tencent (BAT), hasta el punto de que los grupos tecnológicos globales de Occidente deben tomar nota de que la auténtica revolución tecnológica está produciéndose en China. Hay que tener en cuenta que MSCI en su revisión semestral de mayo incluirá, entre otras 14 chinas cotizadas en bolsas de EE.UU., a Alibaba y Baidu en sus índices de China y mercados emergentes globales.  Estos cambios pueden desencadenar inversiones de 70.000 millones de dólares en las 14 acciones de fondos pasivos en estos índices.

Estas tres empresas BAT batallan por el bolsillo del consumidor de clase media, que cada vez más prefiere comprar en línea y la entrega a domicilio a enfrentarse a la contaminación y los atascos de tráfico. Además en China las compras se realizan cada vez más por móvil, que 90% de usuarios emplea para acceder a Internet, pedir productos locales y hacer reservas, desde entradas de cine a mesas en restaurantes.  En concreto Baidu domina el mercado de búsquedas, con cuota de 70% y Alibaba casi 80% del comercio electrónico. Por su parte la empresa de juegos y mensajería Tencent puede explotar su presencia con 650 millones de usuarios en telefonía móvil en aplicaciones de mensajería WeChat y Weixin. Además, según, JP Morgan el mercado online-to-offline (atracción de clientes en línea a tiendas físicas) de China suma ya 12 billones de CNY (1,8 billones de dólares).

El caso es que estas empresas han ampliado los últimos años su campo de acción adquiriendo start-ups: agencias de viajes, entidades bancarias y sector salud, en total 40% de las adquisiciones nacionales de Internet de 2015, según Bloomberg. La magnitud de sus operaciones ya pone en peligro sectores de comercio, medios de comunicación y finanzas. En junio de 2015 Baidu invirtió 3.500 millones de dólares en Nuomi, sitio de comercio electrónico basado en suscriptores, similar a Groupon. Alibaba y Tencent fusionaron sus start-ups, Meituan.com y Dianping.com en una empresa dominante de valoración conjunta 18.000 millones de dólares. Alibaba pagó 4.600 millones en agosto por una participación de 20% en Suning, distribuidor tradicional de electrónica, donde probar productos antes de comprarlos por móvil en Alibaba. En el día de los solteros, 11 de noviembre, Alibaba vendió por valor superior a los ingresos anuales de Suning. También está poniendo en marcha la entrega de alimentos en cientos de ciudades frente a supermercados, donde ya controla 50% del mercado.

Otro sector a punto de verse transformado es el financiero. Baidu, Tencent y Alibaba reaccionaron cuando el Gobierno chino en 2015 decidió otorgar cinco licencias bancarias. Tencent adquirió 30% de WeBank. Alibaba por su parte es propietaria de MYbank, primer banco en línea de China, que desarrolla una tecnología de pago basada en reconocimiento facial y cuenta con Ali Loans en crédito al consumo y empresas, negocio que puede generar 1.700 millones de dólares en tres años; lo que empequeñece los 730 millones previstos en 2016 de Lending Club, plataforma estadounidense de préstamos en línea. Además el pago de la mitad de transacciones de sitios de comercio electrónico de Alibaba se realiza por Alipay, su plataforma de pagos móvil, que recopila una cantidad inmensa de datos de clientes. Alipay suma 800.000 millones de dólares al año en transacciones electrónicas, tres veces más que su rival americano Paypal.

Estos colosos de Internet además compiten en otros frentes. Alibaba sigue la senda de Amazon y Amazon Web Services en servicios en la nube domésticos y en el extranjero y Tencent dedicará 1.600 millones de dólares a la actividad los próximos cinco años. Estos servicios representan una pequeña parte de sus ingresos pero los analistas esperan se expandan en 2017, siempre que venzan inquietudes sobre seguridad de datos de los servidores chinos.

De hecho hay peligros potenciales que deben evitar, como el negocio online to offline, fuertemente subvencionado y de rápido crecimiento, donde las empresas cobran comisiones bajas para atraer clientes, lo que parece insostenible a la larga. Además se han adentrado en finanzas y medios de comunicación, áreas tradicionalmente controladas por el Estado chino. Por eso invierten cada vez más a través de otras empresas y en el extranjero. En transporte compartido Baidu ha invertido en la americana Uber, y Alibaba y Tencent respaldado a Lyft, la competidora de Uber.