“Hay que subirse al carro a tiempo. El peaje que hay que pagar es la volatilidad”

Iturriaga
Funds People

José Ramón Iturriaga es de los gestores que ha estado muy positivo con la renta variable española desde hace tiempo y cree que el mercado va a comenzar a darle la razón próximamente. “La gestión concentrada y sin constricciones es lo que ha funcionado hasta ahora y va a seguir funcionando”, dice. Cree que el punto de inflexión en la crisis se produjo el verano pasado con las palabras de Mario Draghi en las que afirmaba que haría lo que fuera necesario para salvar al euro. Desde entonces, cree que es el momento de la renta variable. Reconoce, no obstante, que “el peaje que hay que pagar es la volatilidad, pero hay que subirse al carro a tiempo porque lo importante es ser los primeros”. Él tiene actualmente sus fondos Okavango y el Spanish Opportunities invertidos al máximo, al 100%.

“Este año va de selección de valores, la crisis de deuda ha muerto”, asegura, y dice que el mejor ejemplo es el comportamiento del mercado en junio o cuando la semana pasada con la crisis portuguesa no se dispararon los diferenciales de la deuda española. Iturriaga cree que el segundo semestre será razonablemente mejor que el primero, que “las cosas van sonando algo mejor” y destaca que la balanza por cuenta corriente refleja la mejoría del país. Señala que el gran problema del país es el desapalancamiento, pero va “ocurriendo poco a poco” y destaca que la mejora de la rentabilidad empresarial es la mejor noticia posible para los inversores de renta variable.

El gestor de Abante Asesores cree que hay valor en compañías españolas y se lamenta de que, probablemente, “los inversores se lo terminarán perdiendo” como siempre. “La prima de riesgo ha muerto y eso te permite volver a centrate en lo que yo siempre he hecho que es seleccionar valores. Hay mucho valor pendiente de descubrir todavía”, dice.

Iturriaga gestiona actualmente 81 millones de euros en sus fondos Okavango Delta, Kalahari y el fondo luxemburgués Spanish Opportunities, que es un clónico del Okavango. Estos dos últimps pueden invertir en bolsa entre el 70% y el 100% y el Kalahari entre el 05 y el 50%. El Okavango Delta sube a un año un 38,5%, según datos de VDOS.

El Okavango Delta está invertido en un 49% en compañías de mediana capitalización, un 42% en pequeña capitalización y el 9% en grandes empresas. Por sectores, el 31% está en industriales, el 24,5% en bancos, el 15% en medios de comunicación y 15% en seguros. No tiene empresas de sectores públicos por el elevado riesgo regulatorio que acarrean y no tiene telecos porque no tiene claro cómo será el final del proceso de concentración que vive el sector. Sólo mantiene una posición en Jazztel.

En cuanto a ideas de inversión, Iturriaga destaca actualmente cinco que están presentes en su cartera. La primera sería Sacyr, valor en el que ha entrado este año y, por ahora, es el nombre que más ha contribuido a la rentabilidad de la cartera, con un 3,2%.

De Catalana Occiente destaca que le gusta completamente la empresa, porque hay una familia dominante en el accionariado, no tiene problemas de balance y lleva un 30% de ganancias en el año gracias a la reducción de la prima de riesgo de España, pues su cartera está muy invertida en renta fija española y su valor estaba muy perjudicado por la elevada prima que soportaba el país.

En el sector bancario, Iturriaga señala a Banco Popular que, aunque es el valor que le lastra la rentabilidad en el sector bancario (-2,1% en la asignación de rentabilidad por sectores) cree que es el banco donde estar en el futuro. Reconoce que “le han crecido los enanos” y asegura que le produce reticencias el equipo directivo de la entidad, pero destaca que es un banco con márgenes muy altos y con un nivel de provisiones muy elevado (13%), por lo que cree que será el primero en llegar a rentabilidades positivas.

Las últimas dos ideas de inversión son Tubos Reunidos, de la que dice que es “la compañía por excelencia”, y los medios de comunicación (televisiones) porque se han quedado solo dos grupos competidores, con ingresos que ya han hecho suelo al igual que los costes.