¿Hay que aplicar  el sell in may and go away en un año como este?

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cea +, flickr, Creative Commons

Los primeros cuatro meses del año han resultado mucho mejor de lo esperado por un gran número de inversores que temían que en esta primera parte del año fuera una secuela del fatídico último trimestre de 2018. Al fin y el cabo, fue el desplome que protagonizaron tanto los mercados de renta fija como de renta variable en la última parte del año lo que provocó que el cerca del 90% de los activos terminaran con pérdidas y que apenas el 6% de los fondos que se venden en el mercado español acabarán el ejercicio con alzas.

Pero esas negativas cifras, que ahora el inversor recordará cuando reciba los informes de sus inversiones con el añadido de las comisiones que ha pagado explícitamente tras la entrada en vigor de Mifid II, se han dado totalmente la vuelta. Es raro el índice de renta variable que no acumule ganancias de más del 10% en lo que va de año, y también lo es el inversor de renta fija que no consiga ganar dinero tras el nuevo reversal de los dos grandes bancos centrales en lo que respecta a su política monetaria.

Pero el hecho de que muchos de los riesgos que se vieron en 2018 se mantengan en este 2019 (guerra comercial, amenaza de recesión, retroceso en los resultados empresariales, riesgos geopolíticos con varias elecciones a la vista) invita a hacerse la pregunta que todo inversor se realiza cuando nos adentramos en el mes de mayo. ¿Es momento de reducir riesgo de bolsa en la cartera? ¿Hay que aplicar el famoso dicho del sell in may and go away?

Según se desprende de las diferentes perspectivas de mercado que por estas fechas mandan las gestoras, los mercados de renta variable aún pueden seguir dando alegrías a los inversores, siempre y cuando éstos sean capaces de comulgar con un aumento de la volatilidad, y siempre y cuando no haya sorpresas negativas en los resultados empresariales. Más teniendo en cuenta que hay una gran parte de los inversores que no se han aprovechado de este rally de mercado. “Los flujos han sido muy tímidos así que aún hay mucha liquidez pendiente que se ha perdido el rally lo que podría ayudar a que las correcciones del mercado no sean muy elevadas y tengan un carácter de corto plazo”, afirma Esty Dwek, responsable de estrategia macro de Natixis Investment Manager.

De hecho, según los datos de Morningstar Direct, durante el primer trimestre de 2019 los fondos de renta variable (incluyendo ETF) apenas registraron entradas de dinero por valor de 20.067 millones de dólares,  la cifra más baja desde el tercer trimestre de 2016, y muy inferior a los  231.557 millones que entraron en productos de renta fija. Y la fotografía de los inversores españoles sale aún peor ya que, según los datos de Morningstar Direct, en los tres primeros meses del año salió más dinero de fondos españoles de bolsa del que entró. “Los inversores estén en un modo de “esperar y ver” que puede hacer que puedan no beneficiarse en su totalidad del rebote de mercado de los activos de riesgo”, afirma Juan José Gonzalez de Paz, consultor senior en el equipo de Dynamic Solutions de Natixis Investment Managers.

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“La gran pregunta es si el mercado alcista sigue teniendo recorrido y hasta que punto los resultados empresariales de EEUU influirán o no en la desaceleración económica”, apunta Rita Vohora, directora de inversión del equipo de renta variable de M&G Investments.  A este respecto desde Fidelity pronostican un crecimiento de beneficios a nivel mundial para este año destacando por regiones Asia menos Japón y a los mercados emergentes, con alzas en sus beneficios superiores al 4%. De ahí que desde la gestora americana recomienden seguir apostando por la renta variable de cara al segundo trimestre del año aunque avisa de que habrá que ir con más cautela ya que “aunque las valoraciones han recuperado niveles  más razonables la coyuntura macroeconómica para las bolsas dista de ser eminentemente alcista”.

En la misma línea se pronuncian en J.P.Morgan AM cuando comparan las previsiones que manejan para la renta variable con el mercado de renta fija. “Las acciones siguen resultando atractivas en comparación con la renta fija y es muy probable que suban a corto plazo gracias a la mejora de los datos económicos y a la pausa de la Fed. En el contexto actual, mantenemos una preferencia por el segmento de gran capitalización en detrimento de su homólogo de pequeña capitalización, y por el valor en detrimento del crecimiento”, afirman.

Desde BlackRock también optan por ser más selectivos a la hora de discernir entre aquellos valores que ya han protagonizado en estos primeros meses del año todo su recorrido y los que se han quedado un poco más rezagados en  este rally de 2019. “Mantenemos una postura de predisposición al riesgo. Sin embargo, somos conscientes de que el reciente repunte en los mercados parece frágil y difícilmente se repetirá, y creemos que las expectativas de la política de la Fed han pasado a ser demasiado acomodaticias. Priorizamos la renta variable de calidad en sectores que pueden ofrecer un crecimiento sostenido de los beneficios en una economía en curso de ralentización, como los valores de determinadas firmas tecnológicas y de salud”, apuntan.

De hecho, adoptar un sesgo más defensivo tras un primer trimestre que ha sorprendido al alza a muchos inversores, es una de las estrategias que más defienden los gestores de los fondos mixtos más vendidos en España.