“Hay muchas probabilidades de un fuerte rally bursátil de aquí a final de año”

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Joel Filipe (Unsplash)

La renta variable global está dominada actualmente por la macroeconomía en lugar de por los fundamentales, en un entorno muy volátil donde las correlaciones entre activos y mercados son muy altas y los inversores responden bruscamente a las noticias, realizando movimientos pendulares y cambiantes. Para Gavin Marriott, gestor de producto de renta variable internacional de Schroders, hay tres temas que determinan en última instancia dichos movimientos: la desaceleración económica en China, la recuperación sin creación de puestos de trabajo en EEUU y la crisis de deuda europea.

 

Según Marriott, los dos primeros muestran signos de mejora: en el caso chino porque las autoridades han hecho un buen trabajo a la hora de controlar la inflación y ya dan los últimos coletazos a su política montería restrictiva, lo que podría suponer un crecimiento sostenible para el país superior al 7%, y en el caso estadounidense porque los datos económicos podrían sorprender positivamente al mercado en los próximos meses, lo que se traduciría en alzas teniendo en cuenta que el escenario puesto en precio es muy negativo. Por ello, la tercera incertidumbre, relativa a la crisis de la eurozona, es ahora la más determinante de los movimientos del mercado, pero no desaparecerá pronto. “No habrá una solución fácil y tendremos que vivir con el problema durante algún tiempo, con la consiguiente volatilidad y ruido”, dice Marriott. Para el experto, el consenso de mercado está descontando una suspensión de pagos de Grecia, pero su continuidad en la eurozona, de forma que se sacrificaría al país para evitar el contagio.

 

Sin embargo, los pasos dados por los políticos apuntan a que “cada vez es más probable que se alcance una solución coherente”, ante las numerosas presiones que empiezan a hacer efecto, lo que podría haber creado un suelo de mercado. Por eso Marriott espera una recuperación bursátil y el comienzo de la vuelta de los fundamentales. “Los próximos meses estarán catalizados por el sentimiento, dominado por el miedo. Pero, teniendo en cuenta que las valoraciones reflejan un escenario muy negativo, si el BCE y los políticos adoptan una política robusta y actúan con urgencia para evitar el contagio, se producirá un rally bursátil muy rápido a partir de los niveles actuales”, comenta el experto, añadiendo que hay una alta probabilidad de que ocurra antes del final del año y comparando la situación con la recuperación iniciada en la segunda parte de 2008.

 

Tres resquicios de fuerte crecimiento
Según Marriott, los inversores en renta variable global tendrán que acostumbrarse a invertir en un escenario que califica de “new normal”, definido por una polarización del crecimiento y también del poder político entre el mundo emergente y el desarrollado y donde “todos los activos ofrecerán menores retornos que antes”. Un escenario donde destacará la importancia de la búsqueda de alfa y los gestores afrontarán periodos de persistente volatilidad –debido a la fragmentación social, económica y política-, cambiando su mentalidad para identificar las fuentes de retornos, teniendo en cuenta que aún existen tres áreas de crecimiento.

 

En primer lugar, el llamado superciclo (derivado de la urbanización e industrialización de los países emergentes, que incrementará el consumo de energía en un 50% en los próximos 15 años y disparará la demanda cuando la oferta es limitada); en segundo lugar el cambio climático, que genera oportunidades no ya en la demanda de energías alternativas sino en la reducción de las emisiones impuesta por  la nueva regulación y que generará una nueva revolución industrial; y en tercer lugar, la demografía y el envejecimieto de la población, que favorecerá al mundo emergente, donde se concentrará el crecimiento pues habrá 6 consumidores por cada uno en el mundo desarrollado.

 

Si bien esas tendencias son de largo plazo, ello no quiere decir necesariamente que exigan un horizonte de inversión en la misma línea, más aún cuando los inversores lo han acortado, moviéndose según las valoraciones. De hecho, cree que se pueden aprovechar estas oportunidades en un plazo de unos tres años. Así, en Schroders construyen sus carteras de forma que las grandes ideas de inversión –marcadas por los grandes temas y que representan entre el 60% y el 70%-, se mantienen unos dos o tres años, pero donde también tienen cabida las apuestas oportunistas y tácticas que duran en cartera menos tiempo.

 

Fragmentación de atención
“Los inversores han de ser más pragmáticos, flexibles y tener menos restricciones por el benchmarck, centrándose en sus mejores ideas”, dice Marriott, en un entorno que obliga a pensar de forma global, donde hay un cambio constante de competitividad, y donde existe otro tipo de fragmentación que ofrece oportunidades al explotar sus ineficiencias.

 

Es la llamada fragmentación de atención, relacionada con la rápida respuesta de los gestores a la información que les llega de los mercados de forma no siempre correcta y que domina los movimientos de corto plazo. De ahí que consideren importante analizar los flujos de mercado y entender que hay ineficiencias, algo sobre lo que arrojan luz las llamadas finanzas conductuales.