"Hay más incertidumbre de la que el mercado descuenta sobre la reelección de Trump"

Elliot Hentov (State Street)
Foto cedida

Elliot Hentov, jefe de Análisis Político de State Street, se dedica al análisis geopolítico. “Lo que hacemos es contribuir con nuestro análisis fundamental y luego compararlo con el posicionamiento de los mercados, y aprovechamos las oportunidades que surgen de las posibles discordancias", explica.

Una de esas discordancias existentes en la actualidad es, en su opinión, "que una inmensa mayoría piensa que Trump va a ganar las elecciones. Según las encuestas, un 85% de los inversores internacionales piensan que Trump será reelegido. Sin embargo, según nuestro modelo electoral estamos en un escenario más cercano al 50/50%, a veces le da hasta un 65% a Trump, pero en cualquier caso van a ser unas elecciones muy ajustadas”, señala Hentov. Y todo esto ¿en qué se traduce? Según el experto “en un aumento de la incertidumbre conforme avance el año. En años electorales normalmente el S&P 500 suele tener un retorno algo inferior a su media histórica, pero si el Presidente es reelegido, entonces muestra un comportamiento mejor, o al menos así ha sido en los últimos quince años. En un año de elecciones presidenciales, la renta variable tiene una primera mitad del año medianamente buena, se mueve lateral durante el verano y el otoño y una vez resueltas las elecciones hay un rally de fin de año, porque a los mercados les gusta la certidumbre. Pero no sé si es lo que va pasar en 2020”, puntualiza.

Incertidumbre

Lo que más teme Hentov es un resultado disputado. “Una de las razones que justifican que el mercado lo haga mejor cuando hay una reelección es que el mercado ya conoce al candidato, pero yo creo que hay más incertidumbre de la que el mercado descuenta sobre la reelección de Trump. Lo peor sería un resultado que se dispute y deje la solución en suspenso durante algunas semanas. Los inversores internacionales ven las cifras de la economía estadounidense y no dudan de la reelección pero el problema es que hay algunos estados en los que un puñado de votos pueden decantar el resultado” apunta.

Hentov detalla algunas de las cuestiones que pueden resultar problemáticas de cara a una resolución clara e incontestable de las elecciones. “Después de las mid-terms hubo cambios en las regulaciones electorales de algunos distritos y hay reclamaciones legales pendientes, tanto en Wisconsin como en Pensilvania, que en 2016 fueron para Trump. Si el resultado se decantara sólo por uno de estos estados, habría problemas, porque el debate legal previo a las elecciones está siendo muy intenso. Y es algo que es factible, porque en Wisconsin hablamos de una diferencia de 23.000 votos, algo que puede cambiar sólo con que los votantes afroamericanos de Milwaukee que no fueron a votar en 2016, lo hagan esta vez. En Pensilvania la diferencia es de 21.000 votos. Por eso creo que no está tan clara la victoria de Trump, o que no vaya a ser disputada por todos los cambios que ha habido, que han quitado el derecho el voto a hasta un 10% de la población en algunos distritos”, aclara el experto.

Sanders vs. Bloomberg

No sólo hay polémicas previas. También hay dudas sobre quién será el contrincante demócrata final. Aunque Sanders lleva una ventaja mínima en las dos primeras primarias, Hentov también duda sobre su capacidad para hacerse finalmente con la nominación. “El problema es que Sanders no es un constructor de coaliciones. Los mercados lo ven y dicen, ah está en primer lugar…pero no es suficiente. Va a necesitar el apoyo de los que vayan dejando la carrera y si no lo recibe, no van a votar por él”.

Ante esto, hay que preguntarse por la estrategia de Bloomberg. “Cada estado tiene un número de delegados, así que si obtienes un 50%  de los delegados, tienes la nominación. Pero aquí también ha habido un cambio de reglas. Y es que si obtienes una media del 15% de los votos, te mantienes en la carrera, sin necesidad de ser el primero o el segundo. Así que Bloomberg ha dejado pasar las primeras primarias, con un número bajo de delegados, para volcarse en el súper-martes (que este año será el 3 de marzo). Está construyendo su momentum para permanecer en la carrera y quién sabe si para convertirse en el candidato de consenso. Empezó con un 0% de apoyo y ahora anda por un 12%. Se lo puede permitir porqué puede gastar mucho en medios y no necesita el impulso de los primeros comicios. Sanders ganará si se lleva el apoyo de Warren, pero Bloomberg se podría llevar los votantes de Biden y Buttigieg. Yo creo que hay más probabilidades de que gane un candidato moderado. ¿Cuál? No lo sé con seguridad. A los demócratas cuando cambian, les gusta más un candidato joven. Bloomberg se unió a los demócratas hace un año. Así que en ese sentido, es un demócrata joven. Él antes fue republicano y Trump era demócrata. Es un sistema complejo porque no hay lealtad a los partidos. Pero en líneas generales podemos decir que cuanto más se mantenga Warren en la carrera, más posibilidades tendrá uno de los candidatos moderados, porque el ala más a la izquierda seguirá dividida”, concluye Hentov.

Ya lo ven: un puzzle con muchas piezas que pueden ir cambiando de tamaño…