¿Han visto los anuncios que hizo China?

Las noticias de China, diferentes al crecimiento económico o la “burbuja” inmobiliaria, pasan desapercibidas para muchos analistas. Sin embargo, tienen un trasfondo importantísimo, pues brindan una idea de lo que podría esperarse de las autoridades chinas en los próximos meses lo cual puede, incluso, determinar el rumbo de buena parte de las inversiones durante el presente año.

Vamos al principio de las cosas. Quizá haya tres temas que preocupan sustancialmente a los analistas internacionales sobre China: la salud de las empresas SME (pequeñas y medianas empresas), la viabilidad de los vehículos locales de endeudamiento, y los precios del sector inmobiliario. Sobre estos temas, el gobierno chino ha dado anuncios durante la presente semana.

El primero, referente a las empresas SME. Según el anuncio, el Ministerio de Finanzas destinará 476 millones de dólares anualmente en los próximos 5 años, para soportar la operación de estas empresas, las cuales se han visto afectadas recientemente por los altos costos laborales, el costo de producción y la restricción crediticia producto de la política monetaria contraccionista promovida en los últimos años. No en vano, la cotización en bolsa de las SME cayó el año anterior a una tasa mucho más alta que la cotización de las grandes empresas, por lo cual es vital este anuncio, pues supone la voluntad del gobierno de mantener este dinámico sector de la economía a flote. Pero también da a entender, desde una percepción personal, que el gobierno central, llegado el caso, apoyará y financiará una solución para la deuda de los vehículos locales de inversión, la cual es otra de las grandes preguntas de los analistas.

El otro anuncio tuvo que ver con el soporte que dará el gobierno a proyectos de vivienda durante 2012, no sólo con la construcción de vivienda popular, sino a una extensión más grande de este sector. Este no es un anuncio pequeño, pues aunque la cifra no es clara, el gobierno habló de un financiamiento mayor al del año anterior, lo que se traduce en que también sobre este tema, el gobierno está dispuesto a intervenir cuando y como sea necesario.

El gobierno chino se permite estos incrementos en financiación por un tema relativamente sencillo: la inflación dejó de ser un problema para convertirse en un aliado. Al momento de escribir esta nota se conoció que en enero el IPC en China se ubicó en 4.5%, superior al esperado por los analistas de 4.2%, pero que se explica por la demanda, especialmente de alimentos, antes del Año Nuevo Chino (o Spring Festival), que fue en la última semana del mes anterior (inflación sin alimentos cayó de 1.9% a 1.8%). No cabe duda entre los analistas, que la inflación al cierre de año estará en un rango entre 3.0% a 3.5%, que por encima del 4.0%.

Adicionalmente la dinámica del crédito sigue fuerte, los bancos no dan señas de disminuir la actividad en este sector, y aunque la relación préstamos a depósitos que se debe mantener en 75% se encuentra muy cerca del límite y no va a ser modificada, los reguladores pueden abrir una brecha para que el crédito aumente: no medirían el cumplimiento de esta condición de manera diaria, sino que la espaciarían a un cumplimiento mensual o, incluso, trimestral.

El hecho final es que a pesar de la perspectiva planteada por entidades como el FMI de que la economía china crecerá este año alrededor del 8.25%, no es descartable que las cifras (descartando un primer trimestre que no va a ser tan dinámico) empiecen a ser mayores y la estimación de crecimiento de muchos analistas se revise al alza. Si esto sucede, ese día subirá el precio de las acciones y los bienes básicos.