Hablemos de Banca Central

Hablemos de Banca Central

 

“Con los bancos centrales suscribiendo el coste de capital de la industria bancaria al prometer mantener la política de tipos a niveles bajos mínimos durante un periodo de tiempo extendido, la elección es relativamente simple. En relación al riesgo, los márgenes de prestar simplemente no pueden competir con los beneficios que pueden hacerse en las actividades propietarias (énfasis mío). Esto en efecto retira de la economía real de capital circulante y de inversión y por tanto tiene un efecto depresivo sobre el crecimiento económico en el largo plazo.”

Niels C. Jensen (tomado de Mauldin 2013_12_03_OTB)

Euthanasya of the Economy? – The Absolute Return Letter Nov 2013

 

No es que me guste mucho hablar de bancos centrales por la deriva que esto tiene hacia la macroeconomía, que aunque respeto, ni controlo ni me importa a la hora de gestionar y, siguiendo el ejemplo de Buffett, le recomendaría a cualquier inversor que se olvidara de la misma a la hora de seleccionar sus inversiones. Como dijo en una ocasión: “Si Greenspan me susurrara al oído lo que fuera a hacer mañana con los tipos de interés, no cambiaría en nada nuestra forma de invertir”,…pues si el Oráculo de Omaha lo dice (y lo hace) mejor será seguir su ejemplo. Y en ello estoy.

Sin embargo, pese a la posible deriva macro, creo que es conveniente a raíz de la aprobación de la Volcker Act, el decir algo respecto a la banca central. Al final, como en todo, no hay cosas que sean realmente blancas o negras- que es quizá mi disensión con planteamientos tan extremadamente radicales (con perdón) como los de Ayn Rand (aunque quizás me toque leer más de ella para modificar ese punto de vista)- y creo que ha habido momentos en los que el banco central, o mejor dicho, el banquero central ha jugado un papel importante y “adecuado”. Por favor, fervientes austríacos no os soliviantéis – porque estoy mucho más cerca de vuestros planteamientos que otra cosa-, esperad un poco más.

Por ejemplo, Volcker tuvo un papel realmente adecuado rompiéndole la espalda a la inflación de finales de los 70 y de ahí viene su actual aura de banquero con experiencia y que logró resolver un grave problema al frente de la Fed. Paulson, el Secretario del Tesoro en medio de la quiebra de Lehman y otras entidades que supusieron el punto álgido de la crisis actual, creo que actuó en una forma muy razonable para las alternativas que tenía delante,…cierto es que de haber sabido lo que sucedería al dejar caer a Lehman, se habría tentado la ropa (y Bernanke con su helicóptero) y lo hubiera rescatado también.

¿Por qué? Porque la alternativa suponía- en esos momentos- cortar de raíz toda circulación monetaria en la economía, no sólo en la financiera (que ya es) sino también en la real con el cierre de los mercados monetarios y el descuento de papel comercial, por ejemplo.  El golpe hubiera sido mucho más fuerte y, seguramente Paulson decidió hacer de Jack Nicholson en la película Algunos Hombres Buenos y decirnos: “¡Tú no puedes soportar la verdad!”,…y quizás tenía razón.

Sin embargo, al hacerlo mantuvo abierta la espita del dinero fácil para la banca y el gasto y endeudamiento estatal; sólo ganó algo de tiempo, pero ni él ni Bernanke (ni Yellen por lo que se ve) fueron capaces de eliminar el “pecado original” y es que la banca central no es necesaria, de hecho es contraproducente, pero aprovechan el enorme poder que tienen para influir allí donde no deberían meterse.

En el libro El lemming que salió raro (Ed. Eje Producciones Culturales 2012)- que, por cierto, se está planteando una segunda edición actualizada – comentaba que la Fed había actuado muy rápidamente y quizás hubiera sido buena su actuación- guiada por Paulson, no fue Bernanke libre e independientemente- pero también decía que, pese a todo, creo que es mejor dejar quebrar a las entidades y que se recapitalicen, aquellas que fueran capaces, merced al canje de deuda por acciones y demás operaciones de bail-in, creo que aunque sea muy duro – mucho, de verdad, sería un sufrimiento muy intenso (pero relativamente corto en el tiempo y al menos, los “culpables” habrían asumido su culpa)- hemos de ser capaces de aceptar la verdad.

Si para evitar esa hecatombe, ese sufrimiento intenso a la sociedad, hacemos que los bancos centrales actúen nuevamente de salvadores de las crisis que ellos originan, y los culpables disfrutan del riesgo moral de utilizar dinero de otros para sanearse ellos y seguir como hasta entonces, …entonces nunca aprenderán y llegará un momento en que, finalmente haya que afrontar la dura verdad y cuanto más tarde más dura será, pues el apalancamiento global será mayor. Creo que es conveniente que, aunque la ley Volcker pueda suponer cierto sentido común en el sector bancario, hubiera sido mejor (¡y mucho más corto de leer!) instaurar nuevamente el Acta Steagall- Glass que mantuvo a la banca de inversión separada de la banca comercial durante un amplio periodo.

El siguiente paso, desde mi punto de vista, sería mejor hacer caso a los economistas austríacos y liberalizar el oro como dinero de curso legal, auditar los bancos centrales y cerrarlos. Cuando ni estados ni bancos tengan la opción de hacer crecer la masa monetaria por encima del crecimiento económico, tendremos menos problemas y los más favorecidos serán la mayoría de las personas.

“Como apuntan los economistas de la Escuela Austríaca, la creación de nuevo dinero no impacta sobre cada uno de forma equitativa. Los que están bien conectados se benefician de la inflación ya que reciben el dinero creado de nuevo los primeros, antes de que los incrementos de precios se hayan distribuido a lo largo de la economía. Es obvio, por tanto, que los americanos de clase media y baja son los más duramente golpeados por el incremento de los precios.”

Ron Paul- Federal Reserve steals from the poor and gives to the rich

18-November-2013

 

Un abrazo a todos y hasta el próximo artículo.