¿Habemus tasa?

Al momento en que se escribe este reporte (viernes 15, luego del cierre de los mercados en EE.UU.), podemos concluir que los papeles venezolanos se han movido en la última semana dentro de un clásico rango de trading que no da mayores oportunidades de compra o venta salvo a los agentes intermediarios en el mercado de bonos.

Las cotizaciones de los cds de PDVSA a 5 años (pólizas de seguros contra la insolvencia de los títulos de deuda de esta empresa denominados en dólares) cerraron en 850 puntos, cuatro por encima de la cotización del pasado 3 de marzo, mientas que sus homólogos de la República lo hicieron en 676, veintinueve puntos por encima de la cotización del momento previo a la revelación del fallecimiento del presidente Chávez.

Las oportunidades de compra de los papeles venezolanos se presentaron en los tres días siguientes a la noticia del deceso y en esta semana que recién terminó, no hubo mayores noticias en los ámbitos nacionales e internacionales que promoviesen cambios en las expectativas de los inversionistas.

Siguen fluyendo recursos a los fondos mutuales denominados en dólares que invierten en bonos basura (800 millones en la semana del 6 de marzo), y sigue abiertas grandes posiciones en corto sobre los ETFs que invierten en tales papeles, lo que refleja la falta de consenso sobre el futuro inmediato de las tasas de interés denominadas en dólares.

Por lo pronto, en el plano nacional se empiezan a crear expectativas sobre el mecanismo sustituto del SITME, anunciado por el presidente Maduro y sobre la naturaleza de algunas medidas económicas adicionales que el presidente Chávez habría llegado a aprobar días antes de su muerte, según reporta la prensa nacional.

Por supuesto, la breve campaña electoral abre un gran compás de distracción y un seguro diferimiento de medidas económicas antipopulares, al menos por un par de meses más.

En lo internacional, la atención se debería centrar en la evaluación de robustez del mercado accionario de EE.UU., que el viernes se vio ligeramente cuestionada con la emisión de un índice de confianza del consumidor en niveles similares a los de diciembre de 2011. Mientras los indicadores del desempeño del sector industrial de la economía estadounidense mejoran, el precio de la gasolina sube y los consumidores reducen sus gastos en renglones tales como las visitas a restaurantes.

En la medida en que no se vislumbre una tendencia clara en el desempeño de la economía norteamericana, seguiremos viendo humo negro. No habemus tasa.

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