Guillermo Aranda (atl Capital): “En vez de aplicar una función pedagógica las grandes entidades ofrecen fondos garantizados”

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Funds People

Guillermo Aranda, consejero delegado de atl Capital, ha criticado la vuelta del fondo garantizado, que muchas entidades han vuelto a ofertar a sus clientes ante la falta de alternativas que ofrecer al cliente conservador.

En opinión de Aranda muchos bancos han aprovechado para recuperar este producto, precisamente, después de un mal año en rentabilidades como 2018: “En vez de aplicar una función pedagógica las grandes entidades ofrecen fondos garantizados, donde es imposible garantizar algo razonable en el entorno actual”, ha criticado. “Garantizar una rentabilidad del 1% a cinco años no es solución cuando hay otras alternativas mejores. Esta política comercial no nos parece correcta desde el punto de vista del asesoramiento”, ha remarcado.

Para la firma de inversión, “el fondo garantizado tendrá sentido cuando los tipos de interés estén más altos”.

Precisamente, esta falta de pedagogía que hay en España ha provocado, según Aranda, que muchos clientes hayan salido de fondos asumiendo pérdidas a finales de año y se hayan perdido “un mes de enero magnífico”. “Hay que sentarse y explicar a los clientes por qué no hay que vender en momentos como ese”, ha insistido.

También Jorge Sanz, presidente de atl Capital, ha mostrado su inquietud: “Me preocupa mucho cómo la banca comercial va a ofrecer asesoramiento a sus clientes”.

La composición de cartera que recomiendan para un perfil mixto es del 47% en renta variable y el resto, un 38% en renta fija y un 15% a alternativos. “Hemos ido sustituyendo esta parte de gestión alternativa por activos de renta fija donde vemos valor”, ha explicado el experto.

Estos activos son renta fija emergente y high yield de corto plazo, cuenta Félix López, director de la sociedad gestora. “Las ampliaciones de spread de 2018 han sido significativas y los fundamentales macro han descontado un escenario más negativo. Para emergentes el mes de enero ha sido extraordinariamente positivo”, matiza. En high yield corto plazo ha habido una sobrerreacción a la desaceleración económica, en su opinión.

El único riesgo que observan en el mercado de deuda es el tamaño del mercado de crédito, de unos 7 billones de euros con un alto peso en emisores BBB. “En caso de desaceleración brusca podría haber muchos emisores forzados a vender y tensiones en el mercado de crédito”, ha advertido.

No obstante, desde atl Capital descartan una recesión en los mercados en 2019. Según Ignacio Cantos, director de inversiones, lo explican tres datos: la curva del bono americano a 2 y 10 años no ha dado la señal de recesión, tampoco ha subido bruscamente el nivel de desempleo y los diferenciales de crédito se han moderado.

En renta variable, “el punto de partida de 2019 es mejor que el año pasado”, ha tranquilizado Mario Lafuente, gestor. “Es muy raro que este año se den crecimiento de beneficios y caídas en las bolsas como el año pasado”, ha puntualizado.

En este entorno, recomiendan reducir exposición a pequeñas compañías americanas por su alto endeudamiento y, por el contrario, a entrar en este tipo de compañías en Europa porque están en un proceso de desapalancamiento.

Les gusta el sector bancario pero son más partidarios de entrar vía cocos o deuda subordinada para jugar este sector. “Lo importante es no quedarnos en la acción sino a la siguiente estructura de capital donde podemos optar a unas rentabilidades limitadas pero con más capacidad”.

Positivos, también, con la tecnología porque buena parte del crecimiento de beneficios de los mercados viene de este sector. Además, son empresas con caja neta en la mayoría de casos. Señalan también al sector salud dentro de sus preferencias.

En España, algunos de los últimos valores que han comprado son Gestamp, Quabit o Solaria. Dentro de los grandes valores también han tomado posiciones en Telefónica.

Con respecto a la Tasa Tobin anunciada por el Gobierno, Sanz ha criticado que va a tener una repercusión negativa: “Es un impuesto muy alto para lo que es, de hecho va a ser más alto que el corretaje que va a pagar el cliente para operar y va a influir en la liquidez del mercado. Es un impuesto erróneo que acabará desapareciendo cuando se den cuenta de lo que provocará”, ha advertido.