Guía básica para saber orientarse en la jungla de los bonos emitidos en dólares

Libreta
Payton Tuttle, Unsplash

El dólar estadounidense domina el mercado global de bonos. Esto es particularmente cierto en el mercado de bonos corporativos. Desde el año 2000, la deuda corporativa global con grado de inversión se ha más que cuadruplicado, alcanzando el equivalente a más de ocho billones de dólares. Los bonos denominados en dólares representan una parte considerable, con alrededor de cinco billones de dólares, y podrían expandirse a mayor velocidad que el mercado de bonos en general. Esto aplica para todos los segmentos, no solo para los bonos soberanos sino también para aquellos con grado de inversión y corporativos de alto rendimiento, así como para los bonos soberanos y corporativos de mercados emergentes denominados en dólares.

Cada una de estas categorías de bonos en dólares se reflejan en los índices correspondientes. Pero, ¿cómo pueden encontrar el camino los inversores a través de un mercado tan grande y diversificado teniendo en cuenta que las diferentes expectativas de los inversores es una complicación adicional? (algunos inversores pueden querer recibir distribuciones de manera regular, otros pueden querer obtener rendimientos asumiendo algunos riesgos y otros pueden querer un complemento que les encaje en una cartera ya existente). Según un informe de la serie Passive Insights publicado por Deutsche AM, se requiere un enfoque sistemático para seleccionar los índices más apropiados.

En este sentido, la gestora defiende un modelo de análisis basado en cinco parámetros que permita a los inversores encontrar los índices correspondientes que coincidan con sus requisitos específicos.

1. Sensibilidad a los tipos de interés: se refiere hasta qué punto un índice reacciona a cambios en los tipos de interés. El indicador más importante es la duración, que encapsula la sensibilidad del precio del bono en relación con los cambios en las tasas. Sin embargo, particularmente para bonos e índices con mayores riesgos, tener en cuenta únicamente la duración no es suficiente. Los factores cualitativos y la tendencia de la curva de tipos de interés deben ser igualmente tenidos en cuenta.

2. Riesgo crediticio: el problema más importante es cómo el índice reacciona al aumento del riesgo en el mercado. Para encontrar un denominador común para el análisis de los diversos segmentos en esta clase de activos, es necesaria la evaluación de una variedad de cifras clave. Existe el riesgo de incumplimiento, basado en clasificaciones. Sin embargo, las fluctuaciones en el margen de crédito también son importantes.

3. Valoraciones: este enfoque se refiere a la medida en que los inversores son compensados ​​por asumir el riesgo de crédito en un índice particular, es decir, el atractivo del índice en comparación con otros segmentos. La valoración se basa en una perspectiva transversal, es decir, segmento contra segmento en un punto particular en el tiempo.

4. Liquidez del mercado: que un segmento de mercado sea visto como atractivo no es suficiente: debe ser apto para invertir. Este aspecto es especialmente importante para los inversores institucionales. Por ejemplo, la proporción de bonos en un índice que tiene un rating por debajo de grado de inversión es tomada en consideración. El tamaño del mercado reflejado en el índice también da indicios de cuán representativa y escalable es la estrategia de inversión.

5. Contribución a la diversificación: este parámetro es importante para los inversores que tienen amplias inversiones en dólares y desean beneficiarse de la diversificación de los riesgos con la finalidad de reducir el impacto de la volatilidad en los rendimientos globales. Un indicador que se toma en cuenta es la correlación entre la prima de riesgo (spread) y el mercado amplio de bonos (el llamado agregado). Basado en la correlación promedio comparada con otros índices en dólares, es posible evaluar qué tan bien encaja un índice en cada cartera desde el punto de vista de diversificación del riesgo.