Greetham, de Fidelity: La tendencia al alza de las materias primas durará más de lo que se cree

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Joel Filipe (Unsplash)

El crecimiento mundial está acelerándose de nuevo encabezado por EEUU, donde la política de extrema relajación monetaria y presupuestaria está dando sus frutos. Se está produciendo la recuperación del mundo desarrollado mientras las economías emergentes se expanden con fuerza. El crecimiento chino sigue siendo fuerte a pesar del endurecimiento monetario y, de hecho, puede fortalecerse aún más con la recuperación de las exportaciones. Entretanto, la liquidez sigue siendo elevada gracias a la imprenta de la Fed y las tensiones están aumentando en Oriente Medio. “Todo apunta, pues, a más subidas de los precios de las materias primas, la principal sobreponderación de nuestros fondos multiactivos”, según Trevor Greetham, gestor de fondos multiactivos de Fidelity International.

Según el experto, los precios de las materias primas se mueven por la interacción entre oferta y demanda en un contexto en el que la demanda está mejorando. “La mayor economía del mundo, EEUU, se está recuperando con brío gracias al poderoso cóctel de políticas monetarias y presupuestarias expansivas. Mientras la economía británica recaía en el cuarto trimestre de 2010 y la confianza de sus consumidores se hundía, el PIB de EEUU creció por encima de la tendencia, con un crecimiento de las ventas finales en una sorprendente tasa anualizada real del 7%. Gran parte de Europa vive presa de las medidas de austeridad, mientras EEUU apuesta por el crecimiento y parece que está funcionando. Entretanto, las economías emergentes como China y la India siguen fuertes a pesar de los primeros movimientos de alzas de tipos y las exportaciones al mundo desarrollado probablemente impulsen a corto plazo unas economías ya de por sí robustas. Su crecimiento, cimentado en las infraestructuras y la inversión, es especialmente sensible a las materias primas”, comenta Greetham.

Así, el alza de la demanda está provocando subidas de los precios de las materias primas, pero la oferta es generalmente rígida y difícil de incrementar rápidamente. Además, las tensiones entre la oferta y la demanda dejan al mundo en una posición vulnerable en caso de problemas de oferta. Como ejemplo, Fidelity señala las inundaciones de Australia, que han espoleado los precios agrícolas.

Además, los problemas de oferta en una materia prima a menudo provocan alteraciones de oferta en otra. “En los países productores de petróleo de Oriente Medio y África, las subidas de los alimentos merman las rentas reales de los más pobres, mientras que los mayores precios energéticos llenan las arcas de los ricos. Si estas tensiones se extienden, como hemos visto con la extraordinaria agitación política que comenzó en Túnez, el descontento resultante puede amenazar el suministro de petróleo, lo que llevaría a nuevas y rápidas subidas de los precios en una amplia gama de productos relacionados”, afirma.

Desde Fidelity explican que las subidas acusadas de los precios de las materias primas a menudo terminan de forma abrupta, por lo que están siguiendo de cerca la situación. Sin embargo, a la vista de que los indicadores adelantados de crecimiento están mejorando y que la inflación subyacente en el mundo desarrollado sigue siendo baja, “consideramos que la fase alcista actual de las materias primas podría durar más y alcanzar cotas más elevadas de lo que muchos esperan”.

Situación positiva para los activos de riesgo

Además, Fidelity señala que un crecimiento mundial fuerte es bueno para todos los activos de riesgo. “Recientemente colocamos la renta variable en una ligera sobreponderación en nuestros fondos, al igual que las materias primas", indica la gestora. A Fidelity le gusta EEUU, donde la política expansiva está dando resultados, y los mercados emergentes, que se benefician de las exportaciones de materias primas.También apuesta por los sectores de tecnología, industria y energía.

Sin embargo, está considerablemente infraponderada en deuda pública. "El exceso de capacidad en los países del G4 debería mantener la política monetaria relajada desde un punto de vista histórico, pero los rendimientos probablemente suban a medida que se intensifiquen las presiones derivadas de la inflación general”, indica Greetham.