La inestabilidad de los mercados durante los últimos meses han llevado a la gestora Grantia Capital a reajustar algunos detalles de su política de inversión. En concreto, su fondo Grantia Eagle tendrá a partir de ahora un objetivo de volatilidad máximo anual del 10%, según confirman desde la propia gestora.
Hasta ahora, este nivel se situaba en el 5%. Sin embargo, "debido a la volatilidad de los mercados en estos últimos meses se ha elevado el límite", aseguran. A su vez, debido a esta modificación ha aumentado de tres a cuatro el perfil de riesgo del fondo en la escala de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Este producto, que tiene un año de vida, se incluye en la categoría de retorno absoluto. Sigue una estrategia global macro tomando posiciones en pares de divisas mediante un modelo matemático que determina la volatilidad a la que estará expuesta la inversión. El resto de la exposición se invierte en renta fija pública o privada de emisores de la OCDE, pudiendo ser hasta un 20% de baja calificación crediticia. Por su parte, la duración media de la cartera será inferior a tres años.
Según el último informe de su cartera, el fondo tiene un 36% en liquidez, un 62% en renta fija y la parte restante en otras inversiones. Durante el primer trimestre del año, mantuvieron como posicionamiento principal largos en dólar australiano y dólar neozelandés, y cortos en franco suizo y dólar americano.
A comienzos de año, la gestora modificaba su programa de actividades para ofrecer los servicios de gestión discrecional de carteras, en concreto, en Estados Unidos dado el creciente interés que han mostrado distintas instituciones americanas, según explican desde la propia gestora.
