Gestoras cotizadas: ¿qué entidades están mejor preparadas para afrontar el nuevo entorno?

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Rbanks, Flickr, Creative Commons

En el mundo hay 24 grandes gestoras de activos que cotizan en bolsa. Seis son europeas y 18 son americanas, seis de las cuales son firmas de gestión alternativa. En el caso de las europeas, cinco (Aberdeen, Ashmore, Man, Henderson y Schroders) cotizan en la Bolsa de Londres, mientras que una (Partners Group) lo hace en Suiza. Como cualquier otra compañía cotizada, son valores seguidos por los analistas, quienes estudian las perspectivas de negocio de cada una de las empresas y les otorgan un precio objetivo. El escenario económico actual, las tendencias que se aprecian en la industria y lo mejor o peor que cada una de las gestoras se adapten a los cambios que experimenta el entorno son factores muy importantes a la hora de determinar el potencial bursátil de cada una de ellas. De hecho, no todas presentan las mismas perspectivas de crecimiento ni tampoco todas están consideradas por el consenso de analistas de mercado como una buena inversión bursátil.

De las seis entidades europeas analizadas, Schroders es la mayor por tamaño y también la que ofrece un potencial alcista más elevado, según un informe de Morgan Stanley en el que el banco de inversión realiza una comparativa entre las diferentes firmas que integran el selecto grupo de entidades cotizadas. Es importante tener en cuenta que los cálculos se realizan sobre los precios de mercado de febrero, mes en el que está fechado el informe. En el caso de Schroders, los analistas de la firma creen que "el mercado está subestimando la fortaleza de producto de la gestora en áreas de crecimiento clave, como multiactivos o productos de generación de rentas, el potencial de la entidad en términos de distribución a nivel global, incluido Asia, y la importante disciplina en el control de coste”. También consideran que el mercado ha subestimado lo que ha significado para la entidad la compra de Cazenove y ponen el valor el buen comportamiento registrado por sus fondos, con aproximadamente el 80% de su gama batiendo a sus respectivos índices a tres años.

Otra de las gestoras europeas cuyas acciones ofrecen –según Morgan Stanley- un mayor potencial alcista es Henderson Global Investors. En este caso, los aspectos que ponen de relieve en su informe es que la gestora cotiza con un pequeño descuento con respecto a sus homólogas, descuento que consideran injustificado teniendo en cuenta que la entidad está recibiendo entradas netas a un ritmo muy superior a la media del sector. Destacan de la firma el hecho de estar expandiendo la distribución de producto en Asia y EE.UU y el estar enfocada a la gestión de productos de renta variable, lo cual le beneficiaría en un entorno de mayor apetito por el riesgo, pero perjudicaría en caso contrario. Señalan que el hecho de contar con fondos mixtos y alternativos le aportan diversificación, subrayando además el buen historial a la hora de controlar costes, lo que debería proteger al valor en caso de caída. Al igual que en Schroders, ponen en valor el que en torno al 80% de sus fondos hayan logrado batir al benchmark a tres años.

En lo que respecta a las entidades americanas que gestionan activos tradicionales, en el listado aparecen doce gestoras, algunas muy conocidas a nivel mundial, pero también en España, como son BlackRock, Invesco, Franklin Templeton o Legg Mason. De todas las gestoras cotizadas, la que contaría con un mayor potencial alcista en bolsa es Franklin Templeton. Es una de las firmas que cotizan más baratas según ratios como el PER (15 veces para 2015 y 13,3 para 2016, niveles muy por encima de la media del resto de gestoras americanas cotizadas, que se sitúa en las 18,8 veces y 15,4 veces, respectivamente). Como principal riesgo para la evolución de la compañía en bolsa, los analistas de Morgan Stanley identifican uno de los productos gestionados por Michael Hasenstab, el Templeton Global Bond Fund, donde la volatilidad en los resultados del fondo (e hipotéticos reembolsos) podría tener efecto sobre los flujos y las estimaciones de beneficio por acción.

En otras, el potencial también es muy importante. Es el caso, por ejemplo, de BlackRock, la mayor entidad del mundo por patrimonio gestionado, cuyo tamaño no es un impedimento para su crecimiento, indican desde Morgan Stanley. En el banco de inversión ven a la gestora bien posicionada en el actual entorno, al contar con iShares –su plataforma de ETF, que verá acelerarse su crecimiento-, fondos multiactivos y de gestión alternativa y una expectativa de crecimiento del beneficio por acción del 10% para el periodo 2013-2015 que vendría por el lado del crecimiento orgánico y expansión de márgenes operativos. Entre los riesgos citan insuficiente apalancamiento operativo positivo en caso de caídas del mercado, incertidumbre regulatoria (reforma de los fondos del mercado monetario, designación como institución financiera de importancia sistémica / SIFI, etc.) que implique mayores retenciones de capital o mayores gastos, y una falta de mejora en el comportamiento o los flujos de la renta variable activa.

Hay que tener muy presente que las estimaciones de crecimiento de las acciones de las gestoras se hacen partiendo desde un punto (en este caso febrero) y proyectándolas hacia el futuro. Sin embargo, es importante analizar lo que ha sucedido en el pasado, ya que una compañía con un bajo potencial de revalorización podría no significar más que el mercado ya ha ido poniendo en precio al valor y, por tanto, que el comportamiento registrado en el pasado ha sido bueno. El caso más significativo es el de Legg Mason. La rentabilidad registrada durante los últimos años por el valor en bolsa ha sido muy positiva, hasta el punto de que sus acciones han multiplicado por dos su valor en el mercado desde que Joe Sullivan asumiese formalmente la presidencia de la entidad en febrero de 2013. También hay casos de gestoras que cotizan por encima del precio objetivo fijado por Morgan Stanley, siendo Man y Aberdeen los casos más destacados.

Datos que se evalúan para calcular el precio objetivo de una compañía

A la hora de calcular el precio objetivo de cada valor, los analistas miden diferentes parámetros, entre ellos cuál es el entorno de mercado imperante, tendencias en la industria y evolución del mercado. El objetivo: determinar cómo están posicionadas cada una de ellas para hacer frente al escenario venidero. En este sentido, una de las consecuencias más claras del entorno de bajos tipos de interés impuesto por los programas de expansión cuantitativa (QE) de los principales países desarrollados ha sido la rotación de las asignaciones en efectivo o renta fija tradicional hacia productos que ofreciesen rentabilidades más elevadas, como los multiactivos y las inversiones alternativas, dos categorías cada vez más presentes en las carteras de los inversores. En el caso de los fondos que invierten en multiactivos, la combinación de bajos tipos de interés, envejecimiento de la población y regulación respalda las entradas de flujos, que podrían llegar a superar las previsiones de consenso.

En opinión del equipo de análisis de Morgan Stanley, el patrimonio gestionado por estos productos podría alcanzar los 6 billones de dólares en 2018 (frente a los 3,5 billones de 2013), lo que representaría un crecimiento anual del 10-15% frente al 5,7% estimado para los activos gestionados a nivel mundial. Respecto al notable incremento que experimentarían los volúmenes en activos alternativos, la firma estadounidense destaca algunos como propiedades inmobiliarias, capital riesgo, hedge funds o infraestructuras, que podría elevar el patrimonio gestionado hasta los 16 billones de dólares en 2020, siete billones más que en 2014. Estas previsiones se ven respaldadas por diversos informes que señalan que los inversores institucionales muestran cada vez más interés por este tipo de estrategias y planean incrementar sus asignaciones a estas áreas. Ambas tendencias resultan positivas para las gestoras con las credenciales más sólidas en multiactivos e inversión alternativa.

Pero, en el caso de las gestoras que cotizan en bolsa, este crecimiento patrimonial y de cuota de mercado –que se traducirá además en mayores ingresos en forma de comisiones de gestión– mejora sus perspectivas de BPA y de dividendo, respaldando la tesis de inversión en estas empresas. Así, los analistas de Morgan Stanley apuestan por Blackstone, KKR y Oaktree, tres gestoras estadounidenses especializadas en activos alternativos que se verán especialmente beneficiadas por el aumento de las asignaciones a este sector. “Las británicas Schroders y Henderson, por su parte, podrían experimentar mayores captaciones gracias a sus capacidades en multiactivos, generación de rentas y renta fija flexible. En el caso de BlackRock, la entidad verá incrementado el patrimonio tanto de sus estrategias activas como pasivas (gracias a iShares), mientras que el posicionamiento de Wisdom Tree en ETF de renta variable con cobertura de divisa podría resultar muy atractivo en un entorno de crecimiento volatilidad de los tipos de cambio”, indican desde el banco de inversión.