“Gestionemos la sensación de fracaso que va a haber tras la COP25”

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Esta semana la COP25 entra en la recta final. Una cumbre que ha estado marcada desde el primer momento por un contexto sociopolítico complejo. Tanto en Chile, el primer país organizador, como en España, quien finalmente ha ejercido de sede. La inestabilidad en la geopolítica solo resalta el principal desafío de este año no es científico ni técnico, sino la gobernanza. “En esta cumbre corremos el riesgo de pensar que no se ha logrado nada”, adelanta Fernando Valladares, científico del CSIC y profesor de la URJC, en el marco de un evento organizado por Nordea AM.

Las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se celebran cada año, pero no de todos salen acuerdos trascendentales. Y la de Madrid será una cumbre de transición. El peldaño antes de la COP26 de Glasgow, donde se negociarán las medidas a abordar tras el fin del protocolo de Kioto (el 31 de diciembre de 2020). “Gestionemos la sensación de fracaso que va a haber tras la COP25”, pide Valladares.

En opinión del profesor, en esta cumbre se corre el riesgo de pensar que no se ha logrado nada. Una lectura errónea, defiende, ya que negociar, sentarse a hablar, es igual de necesario. “Las negociaciones van al ritmo al que van, pero estas conferencias hay que hacerlas. No hacer nada sale muy caro”, asevera.

Precisamente el diálogo es la mejor victoria de esta COP. La gran novedad de este año es que se ha celebrado en un momento de gran presión social. En un año en el que millones de jóvenes a nivel mundial han salido a la calle. Y esto se verá reflejado en la COP25. En el espacio turquesa, por primera vez, se van a juntar las dos partes, instituciones y colectivos.