Gestionando value en tiempos de corrección: claves del DNCA Invest Value Europe

Isaac_Chebar
Foto cedida

El DNCA Invest Value Europe se ha alzado este año con el premio de Morningstar a Mejor Fondo de Renta Variable Europea. Este fondo de DNCA – una de las últimas adquisiciones de Natixis Global AM- cuenta con un marcado sesgo value y está gestionado por Isaac Chebar desde 2007 y por Lucy Bonmartel desde 2014. Chebar aporta algunas de las claves para entender el éxito de este producto, que también cuenta con el sello de consistencia de Funds People. 

Probablemente el rasgo más destacado de este producto es la exigencia de que los valores que vayan a formar parte de la cartera presenten un descuento (incluyendo los dividendos en el momento de la primera compra) en torno al 40% a tres o cuatro años. Este descuento se determina a partir del valor intrínseco de cada compañía, que se calcula teniendo en cuenta dando prioridad – más que a la ratio de valor en libros- a “la capacidad de la compañía para generar beneficios basándonos en un ciclo medio de siete años, de las adquisiciones y ventas en el último ciclo y teniendo en cuenta factores de calidad, valoraciones y el estado del balance”, explica Chebar.

Éste declara asimismo que los ratios fundamentales a los que se prestan más atención son aquellos relacionados con los flujos de caja: “Creemos que ofrecen una fotografía mejor que el PER. Los PERES son buenos indicadores a lo largo del tiempo, pero nuestro análisis no se centran en juzgar una previsión de beneficio por acción (BPA) a tres años vista”, detalla el gestor. 

Las valoraciones también son importantes, pero son sólo una parte del proceso de selección. La postura de Chebar es pragmática con respecto a este tema: “Las trampas de valor existen y no somos inmunes a ellas. La valoración de los activos son un factor de anclaje, en el sentido de que, en el momento de vender, se puede determinar una valoración por partes y pueden aparecer descuentos. Podemos compararlo con nuestro análisis de flujos, que básicamente es cuántos flujos de caja pueden ser producidos y qué múltiplo queremos pagar por ello”. 

La cartera del fondo está diversificada de acuerdo con una serie de restricciones: ningún valor puede ponderar más del 5% en cartera y ningún país puede tener una representación superior al 30%. Todos los valores se eligen con un horizonte de inversión medio de tres a cuatro años. Este largoplacismo explica que el equipo gestor decidiera no realizar alteraciones profundas sobre la cartera durante la corrección de principios de año: “No cambiamos la estructura fundamental de la cartera. Sólo completamos algunas posiciones existentes. La situación actual no cambió nuestra visión sobre las posiciones que tenemos en cartera”, explica Chebar. Éste matiza que entornos como el actual, en el que “los mercados piensan en clave macro, nos pueden dar oportunidades donde haya ventas indiscriminadas”. No obstante, el equipo gestor considera que “las valoraciones hoy están bien, pero no están baratas”.

Un ejemplo de inversión

Chebar admite que, cuando lo consideren necesario, los miembros del equipo gestor pueden tener un sesgo contrarian, lo cual no significa que todas las posiciones en la cartera naden a contracorriente. Pone como ejemplo actual en cartera de apuesta contrarian a la farmacéutica británica GlaxoSmithKline: “Analizamos la compañía desde el ángulo de la mejoría de los márgenes en el negocio de consumo ligado a la salud, con fuertes posiciones mundiales y también una de las mayores franquicias de vacunas, donde los márgenes también pueden mejorar. Añade a todo su franquicia de medicamentos para tratamiento del VIH está creciendo fuertemente, y tenemos un caso de valor con apoyo de dividendos para tres años y algo de recursos para contrarrestar la pérdida de su principal franquicia respiratoria, Advair, que ahora tiene genéricos”. El gestor concluye sobre este ejemplo que “un retorno total esperado entre el 35% y el 40% en los próximos tres años nos parece una buena propuesta de inversión".