Full bull: Los gestores, en su punto máximo de optimismo, acercan el rally a un punto de venta

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La última encuesta a gestores de BofA recoge el sentimiento más alcista del mercado de todo 2020. Con el trasfondo de una vacuna, las elecciones y una macro resistente, la encuesta de noviembre muestra una fuerte caída de los niveles de liquidez y un salto de las carteras hacia renta variable, small caps y emergentes. Esta rotación podría prologarse durante el último trimestre del año, reconocen desde BofA, pero también apostarían por “vender la vacuna” en las próximas semanas o meses a medida que nos acercamos a niveles “full bull” de sobrecompra.

Esto lo miden por los niveles de caja en las carteras de los gestores. Durante el grueso del año y a pesar de la recuperación de los mercados la liquidez se ha mantenido en niveles elevados. Hasta los meses recientes. Pero ahora en noviembre realmente ha acelerado su caída. Los niveles de caja han caído al 4,1% desde el 4,4% de la última encuesta. La liquidez la es más baja que los meses anteriores a la crisis del COVID-19. Como recordatorio, en enero estaba al 4,2%. Según el indicador BofA Bull & Bear (alcista o bajista), la señal de vender se activa cuando la caja cae por debajo del 4%.

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El optimismo, y sobre todo el rápido giro hacia él, se aprecia claramente en el gráfico anterior. El porcentaje neto de gestores que dicen que están sobreponderando la renta variable está en máximos desde enero de 2018.

La rotación hacia el value ha quedado patentada. La encuesta detecta un giro inambiguo hacia emergentes, small caps, value y bancos en detrimento de una menor asignación a liquidez, bonos y consumo básico. Eso sí, se quedan fuera de esa apuesta value activos también cíclicos como Japón, Reino Unido o la zona euro así como el sector energético. Y de momento los gestores prevén que ese momentum en cíclicos continúen en 2021. La apuesta favorita para el nuevo ejercicio son los mercados emergentes y con una diferencia clara. Uno de cada dos gestores cree que los emergentes serán la clase de activos que mejor lo hará en 2021. Le sigue de lejos el 25% que apostaría por el S&P 500 o el casi 15% que lo haría por el crudo.

Ese optimismo con los mercados se traduce también en sus perspectivas para el crecimiento económico. La expectativa de los gestores para el crecimiento está en máximos de dos décadas. Nueve de cada 10 gestores cree que la economía global estará más fuerte en los próximos 12 meses. No había un consenso tan claro por el optimismo desde marzo de 2020. También está en máximos desde 2002 las previsiones de una recuperción de los beneficios empresariales.

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Un punto clave para esa recuperación es que el grueso de los gestores diría que estamos en la fase inicial del ciclo más que una recesión. Recordemos que durante marzo las expectativas de que estamos en una recesión se dispararon el 90%. Desde ese pico ese pesimismo se ha desplomado y ya apenas opinan así un 20% de los encuestados. Como recuerdan desde BofA, es un indicador clave para la recuperación, como ya vimos en 2009 y 2012. Cada vez más gestores esperan una recuperación en W aunque también aumentan los que ven una V en ese rebote económico. Pero lo que sigue cayendo es la previsión de una forma U, más suave.

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¿Y qué está moviendo los mercados? La solución a la pandemia parece ser el gran motor. Los gestores siguen nombrando al COVID-10 como el principal riesgo, pero a su vez están adelantado su fecha estimada para la llegada de una vacuna creíble. Ahora esperan que sea en enero de 2021, un mes antes de lo esperado anteriormente.