Fondos para invertir en deuda corporativa global

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Funds People

TRIBUNA de Pilar Téllez, especialista senior de renta fija de Allfunds Bank. Comentario patrocinador por Allfunds Bank.

La categoría de fondos de deuda corporativa global incluye, como su propio nombre indica, aquellos fondos cuyo universo de inversión está formado por las emisiones de deuda corporativa a nivel global y de elevada calidad crediticia. Los fondos de esta categoría toman como referencia algún índice representativo de ese mercado, que en mayor o menor medida es tenido en cuenta a la hora de realizar las asignaciones geográficas, sectoriales o relativas a la duración. Los índices más utilizados por esta categoría de fondos son el Bloomberg Barclays Global Credit Index o bien el Bloomberg Barclays Global Corporate Index. El primero tiene un valor de capitalización de 12,41 billones de dólares, y es más amplio que el Global Corporate, que cuenta con un valor de capitalización de 9,21 billones de dólares. La principal diferencia entre ambos es que el primero incluye un 25% de emisiones vinculadas a gobiernos, representado por bonos de agencias, autoridades locales, soberanos y supranacionales. El otro 75% estaría representado por emisiones corporativas, de las que un 43% son bonos de empresas industriales, un 6% de las denominadas utilities y un 27% de entidades financieras (principalmente bancos). Dentro del segmento industrial, que es el más representativo, el sector con mayor ponderación es el de consumo no cíclico, con un 11%, y que vendría seguido con casi la mitad de peso por el de comunicaciones, energía y consumo cíclico.

En cuanto a la duración del índice, ésta es relativamente larga con 6,47 años para el Bloomberg Barclays Global Credit y 6,60 años para el Bloomberg Barclays Global Corporate. La mayor parte de los fondos de esta categoría no tratan de extraer valor en base a sus apuestas en duración, por lo que se suelen mover en un rango limitado respecto de la del índice. No obstante, sí podemos encontrar ejemplos de fondos más flexibles, que pueden moverse en rangos más amplios, lo que supondría un elemento diferenciador.

Respecto a la gestión de la divisa, y tomando como referencia el índice Bloomberg Barclays Global Credit USD Unhedged, al tratarse de un índice global, un 65% está compuesto por emisiones en dólares, un 25% por emisiones denominadas en euros, un 5% en libras y el resto en emisiones denominadas en otras divisas. Sin embargo, de forma general, y al igual que sucede con la gestión de la duración, estos fondos no tratan de añadir valor en base a ésta exposición, por lo que la mayoría de los gestores realizan cobertura a través de futuros, ofreciendo a los inversores distintas opciones según sea su divisa base. De hecho, los propios fondos suelen tomar como referencia la versión cubierta del índice que siguen, al ser más representativos de su propia filosofía. Asimismo, es frecuente que los gestores se dejen cierto margen para poder apostar tácticamente en divisas fuera de su divisa base, dejando abiertas alguna de sus posiciones, aunque suele ser de forma muy residual (entre un 5-10%).

Por otra parte, aunque se trata de fondos que invierten principalmente en emisiones con elevada calidad crediticia, muchos de ellos se dejan cierta libertad para invertir en emisiones con calidades inferiores a grado de inversión (high yield). Lo mismo sucede con la deuda de los mercados emergentes. Estas pequeñas apuesta fuera de índice dota a los gestores de cierto margen para tratar de arañar algo más de rentabilidad. Los parámetros de estas inversiones fuera de índice varían de unos fondos a otros, por lo que es importante conocerlos para poder evaluar su comportamiento en distintos escenarios y entre fondos de la misma categoría. Este tipo de apuestas fuera de índice o por divisa es lo que puede marcar la diferencia en rentabilidad entre unos fondos y otros en un momento determinado y hacer variar el perfil de riesgo entre unos y otros.

En general, los fondos de deuda corporativa juegan a ganar el cupón y, si se da el caso, conseguir una revalorización de los bonos vía precio. Tanto en 2016 como en 2017, esta categoría de fondos ha obtenido rentabilidades muy atractivas y superiores al 6% (6,22% en 2016 y 5,7% en 2017 en base al índice Bloomberg Barclays Global Corporate TR cubierto a dólares). Sin embargo, con los diferenciales sobre la deuda de gobiernos en mínimos históricos, parece que jugar sólo a cupón es la principal fuente de valor a la que aspiran los gestores en los próximos meses. De hecho, con las últimas correcciones sufridas en mayo, el índice acumula una rentabilidad negativa próxima al 2%. Es por esta razón, por lo que la adecuada selección de las emisiones se convierte en primordial, y por tanto, el hecho de contar con equipos experimentados y amplios de analistas de crédito globales, divididos sectorialmente, suele ser un buen indicador.

Los fondos PIMCO GIS Global Investment Grade Credit y Schroder ISF Global Corporate Bond Fund, están gestionados por equipos muy amplios de analistas (alrededor de 40 y 30 respectivamente), ubicados a lo largo del planeta y divididos por sectores. Ambos fondos aportan un grado de diversificación interesante, ya que pueden hacer apuestas fuera de índice, apoyándose en expertos dedicados a analizar esos otros tipos de activo (deuda high yield o de mercados emergentes). PIMCO es conocido además, por aportar su propia visión macro tanto a medio como a largo plazo, y que es tenida en cuenta a lo largo del proceso de inversión (top down), complementando de alguna forma la visión puramente de selección de emisiones (el conocido como bottom up). Se trataría de dos fondos plain vanilla, con cierto margen de maniobra para invertir en emisiones fuera de índice de forma controlada, y aptos para inversores que quieren tener exposición a este mercado y quieren contar con el respaldo de un equipo sólido y reconocido.

Por otro lado encontramos en el universo fondos de esta categoría propuestas muy diferentes pero interesantes, como es el caso del New Capital Global Value Credit Fund. Se trata de un fondo de alta convicción que no sigue a ningún índice, sino que es completamente agnóstico, ya que trata de encontrar compañías que ofrezcan un valor relativo interesante. Para ello utiliza un modelo cuantitativo propio que complementa con el análisis fundamental. Por esta razón suele diferir mucho respecto de otros fondos de su categoría en cuanto a la asignación geográfica (mayor peso relativo a Europa frente a Estados Unidos). Asimismo trata de no tener una exposición elevada a riesgo de tipos, para lo que utiliza derivados.