Fondos de retorno absoluto para un 2010 incierto

Kamil Molendys, Unsplash

Los fondos de retorno absoluto ofrecen a los inversores particulares acceso a una sofisticada ingeniería financiera. Cada fondo, dentro de su estrategia, tiene diferentes fuentes de rentabilidad, y cada una de ellas tiene asignado un determinado nivel de riesgo. Esta estrategia de inversión no la podría realizar un ahorrador minorista por su cuenta; pero sí a través de estos productos, según publica Expansión. La responsable de Gestión de Activos de Renta 4, Toni Conde, asegura que con este tipo de activos el inversor consigue dos cosas: rentabilidad con un binomio rentabilidad-riesgo conocido de antemano; y reducir el riesgo global de su cartera puesto que estas estrategias están poco o nada correlacionadas con la evolución de los mercados. Además, según destaca la responsable de Análisis de SelfBank, Victoria Torre, existen fondos de retorno absoluto con perfiles de riesgo muy diferentes, por lo que pueden ser útiles tanto para ahorradores conservadores como para otros más arriesgados. Según datos de Inverco, a finales de 2009 los fondos de retorno absoluto nacionales acumulaban un patrimonio de 4.370 millones de euros, una cifra que representa ya el 2,6% de los activos gestionados por el sector. Y en 2010 este porcentaje podría seguir creciendo. Eduardo Antón, analista de Inversis Banco, asegura que este año será bueno para este tipo de fondos por tres motivos: vuelve a haber una entrada de flujos en estos productos; el grado de apalancamiento (relación entre los riesgos económicos soportados y el capital) es muy bajo; y tras los últimos dos años, pésimos en general para todo el sector, muchos ‘jugadores’ en este campo han salido del mercado, por lo que hay menos competencia. Existe en el mercado una gran diversidad de fondos de retorno absoluto puestos a disposición del ahorrador minorista, ¿cuál escoger? Como 2010 viene algo revuelto se impone la prudencia. Victoria Torre está convencida de que las incertidumbres en el panorama económico se mantendrán en 2010, por lo que apuesta por estrategias de bajo riesgo que ayuden a conseguir algo más de rentabilidad que los monetarios o los productos de renta fija a corto plazo, y que al mismo tiempo sirvan para minimizar el riesgo global de la cartera. Toni Conde aconseja, al igual que en 2009, productos de estrategia de renta fija y divisas. Estos fondos tienen muchas fuentes de rentabilidad (tipos de interés, pendiente de la curva, diferenciales de crédito, movimientos en los ratings…), lo que combinado con un determinado presupuesto de riesgo a divisas resulta, a su juicio, una combinación que da buenos resultados; y que es relativamente sencilla de entender para un inversor minorista. Hay otras estrategias que podrían funcionar bien en 2010. A Eduardo Antón le gustan dos especialmente. Una de ellas, la Global Macro, que invierte en numerosas clases de activos (bolsa, deuda, divisas, commodities…); una diversidad que permite a los gestores construir carteras de forma flexible adaptándose a las circunstancias del mercado y variarla de forma rápida si ocurre algún imprevisto. Su otra opción son los fondos de renta variable Long/Short porque confía en que este año sea positivo para la renta variable; pero como no se descartan sustos, considera que los fondos con posibilidad de tomar posiciones cortas pueden ser útiles al permitir reducir su exposición en el caso de correcciones en el mercado. No obstante, este experto advierte que en el mundo de los fondos de retorno absoluto pueden existir muchos riesgos para el inversor minorista porque “muchas casas están aprovechando el auge de estos productos y han registrado estrategias cuya adaptación a un entorno regulado es cuestionable: Hay que ser selectivo y buscar asesoramiento al elegir los fondos”.