Fondos de private equity: qué son, cómo se gestionan y características principales

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El capital privado o private equity es un término amplio que abarca todas las inversiones que no se negocian en un mercado regulado. Literalmente, el adjetivo “privado” se entiende aquí como lo opuesto a “público”, es decir, que cotiza en bolsa. El private equity o los fondos especializados en este ámbito, puede ser una importante fuente de capital para las empresas que no cotizan en bolsa, especialmente para la financiación de su crecimiento. El término amplio abarca no solo la inversión en los fondos propios de una empresa, sino también otros tipos de inversiones relacionadas con la financiación de una empresa, como las diversas formas de crédito o deuda privada.

Los fondos de private equity proporcionan capital a lo largo del ciclo de vida de una empresa, desde la etapa inicial de creación hasta su consolidación. Los gestores de estos fondos generalmente se especializan en un segmento específico: Venture capital, growth capital, buy-out, fondos secundarios o de deuda. Las inversiones no se limitan a grandes empresas: cualquier empresa, independientemente de su tamaño, puede atraer el interés de los fondos de capital privado. Algunos fondos toman participaciones minoritarias, mientras que otros buscan mantener la mayoría del capital.

La clase de activos de capital privado

Según explica Matilde Horta e Costa, directora de Private Equity de Arcano, "los últimos años han representado un entorno de mercado excepcional para la industria de activos alternativos con un crecimiento de más del 10% anual entre 2015 y 2021". 

"Si bien en 2020 se produjo una menor captación de fondos a nivel global como consecuencia de la incertidumbre generada por la pandemia, al año siguiente se recuperaron de nuevo niveles máximos, evidenciando que no se había producido una pérdida de confianza en la clase de activo por parte de los inversores", argumenta la experta. En España, según los datos de la CNMV, el número de fondos de este tipo ha superado por primera vez los 300.

Las inversiones en capital privado se pueden realizar directamente o a través de fondos especializados. En el caso de los fondos, un equipo de profesionales junta un número de inversores (a menudo institucionales), a través de un fondo de private equity, obtiene los recursos necesarios para perseguir una estrategia específica y adquirir intereses en diferentes empresas no cotizadas. Gracias a su labor, pueden agregar valor a la gestión de estas compañías y, en general, contribuir a diseñar la estrategia de las firmas en cartera.

Como inversores es particularmente difícil construir una cartera de inversiones directas en private equity. No existe un intercambio público de acciones, los datos financieros y operativos detallados de las empresas que no cotizan en bolsa no son fácilmente accesibles.

La calidad de un gestor de fondos de private equity depende de su know-how y capacidad de ejecución. Aplica una estrategia de inversión bien definida en términos de estilo de gestión y activos subyacentes: región, sector y tamaño. El gestor quiere maximizar la rentabilidad anualizada de su fondo.

Características principales de los fondos private equity

Las inversiones en fondos de capital privado se caracterizan por su naturaleza a largo plazo, su falta de liquidez, una forma particular de utilizar el capital comprometido y la realización de inversiones durante varios años, así como por una estructura de costes específica en la que los intereses del gestor del fondo y los inversores están lo más alineados posible. La evaluación suele ser trimestral o anual.

La duración promedio de un fondo de private equity es de diez años. En términos generales, el fondo solo recurrirá progresivamente a los compromisos de sus inversores durante un período que abarca los primeros cinco años. Las salidas, es decir, la venta de activos en cartera (en el caso de un fondo de compra: inversiones en las compañías subyacentes), también se producen gradualmente y los ingresos de estas ventas se distribuye a los inversores. Las primeras salidas pueden ocurrir en los primeros años del fondo, pero no todas son rápidas, generalmente los fondos venden todas las participaciones diez años después de la compra de la participación. La liquidación de fondos a menudo brinda la posibilidad de extender esta duración por uno o dos años adicionales.

El rol del inversor en los fondos de private equity

El inversor se compromete contractualmente con el fondo a lo largo del ciclo de inversión. Por lo tanto, no es posible cancelar el compromiso por cualquier motivo. Si esto ocurre, varias cláusulas contractuales impondrán sanciones, que pueden incluir la venta de la posición del inversor en el fondo con un descuento sustancial. Esto no significa que no puedan realizarse transferencias (donación) o contribuciones a la participación, pero se requerirá la aprobación previa del gestor del fondo.

Es imposible garantizar la rentabilidad para este tipo de inversión, y el rendimiento histórico no puede ser tomado como un indicador del futuro. Además, este tipo de inversión es una inversión a largo plazo e ilíquida. Aunque con la aprobación por parte del Congreso de la Ley de Creación y Crecimiento Empresas ("Crea y Crece"), entró en vigor la bajada de la inversión mínima en capital riesgo a 10.000 euros, es necesario consultar con su asesor si se corresponde con su perfil de inversor y, si es necesario, determinar de antemano una asignación y una planificación. Es virtualmente imposible revender un compromiso contractual de private equity con terceros. Una inversión en un fondo de este tipo generalmente consiste en comprar y mantener.

Si quieres saber más sobre private equity, el papel que tiene dentro de los mercados privados, los tipos que hay, cómo funciona, tendencias... te recomendamos leerte en el módulo Private equity: qué es, qué tipos hay y cómo pueden acceder los inversores de FundsPeople Learning en colaboración con Schroders.