•La volatilidad bursátil y el aumento de la incertidumbre debido a los acontecimientos internacionales han minado la confianza de los inversores. Este incremento percibido del riesgo asociado con las inversiones de crecimiento puede ser perjudicial para la acumulación de riqueza a largo plazo.
•Las rentabilidades históricas de las Bolsas muestran que la inversión en acciones puede ofrecer recompensas a largo plazo a pesar de la volatilidad a corto plazo y los periodos de perturbaciones en el mercado.
•La dinámica del comportamiento humano influye a la hora de definir el enfoque de la inversión. Las decisiones que se toman y las preferencias personales pueden tener un profundo efecto sobre la creación de riqueza.
•Las estrategias contrastadas como la capitalización de rendimientos, el comprar al precio medio ponderado gracias a las aportaciones periódicas, y la diversificación siguen siendo principios válidos a la hora de incrementar el patrimonio personal.
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