Fidelity asegura que el mercado español “está indudablemente barato”

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El mal comportamiento registrado por la renta variable española en lo que va de año ha dejado a este mercado cotizando a un nivel que, en palabras de Firmino Morgado, gestor de renta variable de España y Portugal de Fidelity Worldwide Investment, “está indudablemente barato, con un PER de 8,7 veces los beneficios previstos a doce meses frente a una media de 13,5 desde 1993”. Aunque “obviamente no se puede saber cuándo mejorarán las valoraciones”, el gestor tiene claro que “al final la cotización de las empresas terminará reflejando el valor fundamental de esos negocios”.

En un informe publicado tras la rebaja de calificación a la deuda española aplicada por S&P, Morgado afirma que “después de haber mantenido durante mucho tiempo un posicionamiento defensivo, soy cada vez más optimista sobre las perspectivas del mercado de renta variable español”. En este sentido, el gestor de Fidelity explica que, en lo que se refiere a acciones concretas, “estoy encontrando cada vez más empresas cuyas cotizaciones todavía no descuentas las perspectivas de recuperación”.

En lo que respecta a la decisión adoptada por la agencia de calificación estadounidense, Tristan Cooper, analista de renta fija pública en la gestora, reconoce sentirse preocupado desde hace algún tiempo por la situación de España, “por lo que estamos de acuerdo con los argumentos que sustentan la decisión de S&P de rebajar la calificación crediticia del país desde A a BBB+”. Tan es así que desde la casa siguen pensando que los supuestos de crecimiento revisados por la firma de rating americana siguen siendo demasiado optimistas.

Lo que más le preocupa a Cooper, sin embargo, “no es tanto el nivel de deuda pública, ya que sigue estando por debajo de la media de la zona euro y de los niveles que se observan en otros estados con mayor calificación, sino el explosivo cóctel de paro desorbitado y amplísimo déficit presupuestario en un contexto de profunda recesión económica”. A juicio del gestor, “esto le da al gobierno poco margen de maniobra para consolidar las cuentas públicas y le coloca en una situación de prolongada vulnerabilidad frente a los riesgos de liquidez”.

En lo que respecta a la situación del sistema financiero, Fidelity entiende que España ha avanzado en la dirección contraria a Irlanda ya que, “mientras que Dublín asumió todas las pérdidas desde el principio en sus cuentas públicas dentro de una intervención masiva para recapitalizar el sistema, España optó por un enfoque más contenido y pidió a los bancos que limpiaran el desaguisado antes de que el gobierno inyectara liquidez”. Ahora, la gestora cree que “la capacidad de absorción del sector está llegando a su límite: se está acercando rápidamente el momento de decidir sobre la ayuda a los bancos y esto podría conllevar una petición de asistencia a la UE”.