Precisamente la plataforma dedicada a dar recomendaciones a sus clientes sobre cuál es el multifondo en qué es mejor que coloquen su dinero, en función de los retornos esperados de la renta variable, nació en 2011. Pero el germen está en 2008. “Entonces yo perdí dinero y pensé en algo así. Las autoridades antes hace cinco años aconsejaban no cambiarse de fondo”, explica Lorenzini.
Antes de que cayera el gigante financiero estadounidense, a nivel mundial la renta variable había vivido época de vacas gordas. “En Chile lo que pasó entre 2002 y 2007 es que la gente se acostumbró a los buenos rendimientos de los fondos de pensiones y se olvidó del riesgo asociado a las inversiones financieras".
Pero hace cinco años comprobaron drásticamente que sí que hay riesgo. En 2008 sólo el multifondo E, que casi no tiene exposición a la renta variable, se libró de las pérdidas. Éstas alcanzaron el 34,7% en la categoría A y el 23,6% en la categoría B, según datos históricos de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones (AAFP).
Al año siguiente se recuperó parcialmente el valor de los fondos. En un 40% el grupo A y en un 30% el B. Pero muchos afiliados a las AFP sufrieron las pérdidas y no así los beneficios. “Según estadísticas oficiales los traspasos antes de Lehman Brothers sólo fueron 954. Mientras que después de la caída de valor de los fondos más riesgosos los traspasos fueron más de 43.000. La mayoría no volvió a tiempo para disfrutar de la recuperación, fue un golpe muy duro”, explica el gerente general de Felices y Forrados.
En este sentido, muchos trabajadores tuvieron que retrasar su jubilación. “Aún hoy, cinco años después, hay gente que en recupera lo perdido de forma efectiva”, agrega Lorenzini.
Sin duda, la caída de Lehman Brothers cambió la mentalidad de bastantes cotizantes del sistema previsional. Pero, ¿y si volviera a haber una situación similar? ¿Se repetirían las pérdidas o la gente se refugiaría antes en la renta fija? “Lo máximo que hemos conseguido son 75.000 traspasos, frente a un universo de 10 millones de trabajadores. Si hubiera otro cataclismo parecido, y nosotros acertáramos en identificarlo y en recomendar previamente un traspaso de multifondo, ni siquiera el 1% de los trabajadores salvarían sus ahorros. Lo positivo es que ya no existe el paradigma de que no hay que cambiarse de fondo, con lo que los cambios se irían sucediendo y las consecuencias para las pensiones no serían igual que hace cinco años”, concluye Gino Lorenzini.