Fed Watch

Javier
Foto cedida

En su último comunicado, la Reserva Federal parece partidaria de manejar con mayor precaución el ritmo de subida de los tipos de interés

Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal estadounidense, ha dejado bien clara la decisión de la entidad de no proceder a una segunda subida de tipos en el mes de marzo. Primero cuando compareció en febrero ante el Congreso, y más tarde en las declaraciones que otros responsables de la Reserva Federal han realizado desde entonces. Los motivos siguen siendo los mismos: el fortalecimiento de la economía estadounidense es evidente, pero el impacto sobre una economía global y unos mercados financieros caracterizados por su fragilidad puede llegar a anular el efecto positivo que una segunda subida de tipos podría provocar.

Tal y como afirma Michael Buchanan, director adjunto de inversiones de Western Asset, filial de Legg Mason, «el mercado preveía que la Reserva Federal no iba a subir los tipos de interés, pero no estaba muy claro qué orientación iba a transmitir su discurso. Al hacer especial hincapié en la ralentización del crecimiento global, la inesperada debilidad de la economía japonesa y la fortaleza del dólar, la entidad parece partidaria de aplicar un enfoque más prudente.

Y al rebajar su previsión de subidas de tipos este año de cuatro a dos, confirma que el cambio de orientación de la política monetaria se va a producir de forma gradual.»

Entre las cuestiones que inquietan a los inversores destacan los elevados diferenciales de crédito, y no solo en el sector de la energía; los discretos resultados registrados en el cuarto trimestre del año; y la incertidumbre en torno a nuevas fusiones y quiebras en el sector energético. Es más: el precio del petróleo, aunque está lejos del mínimo que registró a principios de febrero (26,21 dólares), sigue estando muy por debajo del precio de equilibrio para muchos productores, así como del precio medio a diez años (80,32 dólares).

Pero la decisión de retrasar la subida de tipos hasta el mes de abril (o de junio, que es cuando se producirá la próxima rueda de prensa de la Reserva Federal) puede presentar ciertos riesgos. Si la inflación estadounidense superara el objetivo del 2% establecido por la entidad, ¿se vería el Comité de Mercado Abierto obligado a aprobar una subida de tipos superior a la prevista y más precipitada? ¿Y podría este retraso interpretarse como una reacción exagerada de la Reserva Federal ante los mercados financieros, algo que la entidad ha intentado evitar por todos los medios?

El mercado de futuros de los fondos federales ha estado mostrando indicios evidentes de que la decisión se retrasaría hasta el mes de junio. Pero dicho mercado descuenta una subida de tipos a partir de junio, que se aprobaría en la reunión del 15 de junio o en una fecha posterior.

Todo esto hace relativamente poco por abordar la visible divergencia que existe entre la intención de la Reserva Federal de subir los tipos de interés y la orientación cada vez más expansiva del Banco de Japón y el Banco Central Europeo. Aunque es evidente que la responsabilidad principal de la Reserva Federal se centra en la situación de la economía estadounidense, también está claro que Janet Yellen y el resto del consejo no se plantean sus decisiones de manera aislada. Quizás lo mejor que puede hacer el Comité de Mercado Abierto por el resto del mundo es contribuir a que la recuperación de la economía estadounidense continúe. Si para ello tiene que subir los tipos de interés, es posible que un cierto grado de divergencia no sea el peor de los resultados.

El mercado dictará su veredicto en las próximas semanas y los próximos meses. Pero mientras tanto, los gobernadores de la Reserva Federal deberían hacer todo lo posible para comunicar, si es posible de forma exhaustiva, cuáles son sus intenciones para los próximos tres meses.

Glosario:

Un diferencial de crédito es la diferencia de rentabilidad existente entre dos bonos con fecha de vencimiento similar pero calidad crediticia diferente. Por ejemplo, si el título del Tesoro a 10 años ofrece una rentabilidad del 6% y un título de deuda corporativa a 10 años ofrece una rentabilidad del 8%, el bono corporativo ofrece un diferencial de 200 puntos básicos (es decir, del 2%) sobre el título del Tesoro.

El Comité de Mercado Abierto es un órgano normativo de la Reserva Federal responsable de la formulación de una política diseñada para fomentar el crecimiento económico, el pleno empleo, la estabilidad de los precios y un patrón sostenible de comercio y pagos internacionales.

El Banco Central Europeo (BCE) es el responsable del sistema monetario de la Unión Europea (UE) y del euro.

El programa de expansión cuantitativa se refiere a la política monetaria de un banco central en virtud de la cual se incrementa el excedente de reservas del sistema bancario mediante la compra directa de títulos de deuda.

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