Expertitis

Debe ser trámite obligado que todo aquel que tenga la oportunidad plantee su propuesta de reforma del sistema de pensiones, casi como si de fútbol se tratara, sugiriendo el once inicial de la selección.

Pero que lo haga la comisión de expertos para la reforma fiscal tiene más trascendencia que si lo hacemos Vd. o yo (y vistos los resultados, no se por qué).  Desconozco si en su mandato estaba la obligación de proponer medidas en materia de pensiones, en especial públicas, y de su financiación. Parece raro que así sea justo cuando hace unos meses ya trabajó otra comisión en esta materia específica, cuando hay un Pacto de Toledo que se supone aglutina estos trabajos, y un encargo específico a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones sobre medidas para incentivar el desarrollo de los sistemas complementarios. Si no era requerido, se podían haber abstenido los expertos, y si lo era, debían haber hecho el trabajo completo y no a medias. Porque a medias es analizar el tema de las pensiones sólo desde la perspectiva del ingreso y no del gasto.

Las propuestas, que no desgrano ahora aquí, en otro momento las comentaremos, tienen un enfoque claramente tributario (en algún momento hasta parece que a la comisión le “sobra” la Seguridad Social teniendo ya administración tributaria), y no entienden que el sistema de pensiones es una parte intrínseca de las sociedades modernas, que si existen no es para que se pueda recaudar, sino para que se paguen prestaciones, y que un análisis de algo que es la principal partida presupuestaria en muchos países, y desde luego en España, debe necesariamente ser global. El problema es que cuando Vd. o yo proponemos que sea Casillas o Valdés el portero, nadie le va con el cuento al seleccionador Del Bosque, pero lo que dicen los expertos va directamente al Gobierno.