Eurozona y tipos de interés

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TRIBUNA de Rosa Mateus, Country Head del CISI para España.

La política del BCE está teniendo un impacto positivo sobre la eurozona, hay un crecimiento del PIB y generación de empleo.

El pasado 20 de julio, el Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener las tasas de interés sin cambios y tampoco contempló cambios en su programa de compra de bonos. La tasa de refinanciamiento, la tasa de interés fijo marginal y la tasa de facilidad de depósito se mantendrán en 0,00%, 0,25% y -0,40%, respectivamente. También confirmó que continuaría con su programa de compra de activos por 60.000 millones de euros mensuales, por lo menos hasta el final del 2017 y mantuvo el compromiso de aumentarlo, si las condiciones empeorasen.

Es importante destacar que el comunicado del Banco casi no cambió nada en relación con su última política monetaria y fue expresado en un tono suave y relajado, a pesar de haberse reactivado la actividad económica y de las presiones de los precios.

En general, la postura de la política monetaria del BCE es muy complaciente a pesar de existir una gran actividad en el bloque de moneda común. Aunque el impulso de la economía es fuerte, las presiones sobre los precios siguen siendo desiguales en las economías y la inflación se situó en el 1,3% en junio, muy lejos del objetivo del Banco, pero todavía por debajo del 2,0%. Draghi subrayó que las presiones de precios subyacentes siguen siendo bajas y que se espera que aumenten gradualmente. Y las previsiones de crecimiento permiten al BCE estar muy cómodo con su política, hasta el punto de afirmar que los riesgos de deflación han desaparecido del mapa.

Sin embargo, una gran parte de los banqueros tanto nacionales como internacionales creen que las tasas de interés deberían haber empezado a subir y a normalizarse.

Los consumidores están confundidos, no entienden las tasas de interés negativas, no entienden una tasa de interés cero y el sistema, por ende, se convierte en volátil.

La inflación general ha vuelto a aumentar, en gran medida debido al aumento de la inflación de los precios de la energía y los alimentos. Sin embargo, las presiones inflacionarias subyacentes siguen siendo moderadas y el BCE se apoya en eso para no hacer cambios en su política.

No obstante, algunos analistas esperan que la inflación subyacente suba en los próximos meses, sobre todo con la tasa de desempleo mejorando de manera constante. Probablemente a partir de septiembre veamos cambios.