Eugene Choi desvela la estrategia de Pictet AM en el mercado de renta fija emergente

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Joel Filipe (Unsplash)

La escasa rentabilidad de la deuda de países desarrollados facilita que la de los emergentes se presente atractiva, dados sus elevados cupones y apreciación de sus divisas. De hecho la rentabilidad total anualizada desde 2002 en renta fija emergente moneda local es del 13%, muy superior al 6% en deuda global. Así lo aseguraba Eugene Choi, especialista de renta fija emergente de Pictet Asset Management, quien en un vídeo publicado en nuestra página web considera que los fundamentales en emergentes son estructuralmente mucho más fuertes.

 

Hay que tener en cuenta –recuerda la experta- que la inversión en deuda de Estados Unidos y de Europa proporcionará una rentabilidad muy baja previsiblemente durante los próximos dos o tres años. En concreto, los bonos del Tesoro americano a cinco años proporcionan menos de un 1%, mientras el conjunto de emergentes ofrecen retornos por encima de 7% en ese plazo. 

 

En su opinión, “hay escasez de activos seguros”.  El verano del año pasado hubo riesgo global y la deuda emergente se convirtió en una alternativa.  “Los emergentes cuentan con buenos fundamentales, se encuentran mucho menos endeudados y crecen, lo que resulta favorable para su deuda y sus divisas”. Además el flujo de entradas de inversión en esta clase de activos ha sido continuo, hasta tal punto que en agosto y septiembre de 2011, cuando hubo liquidación masiva de acciones, se vieron picos de entrada en deuda emergente en moneda local, reflejo de la huida hacia la calidad. 

 

Tradicionalmente, la deuda de emergentes se emitía en dólares, pero sus emisiones no crecen, mientras el volumen en deuda emergente local ha aumentado un 60% en los últimos cinco años, una tendencia que, según Choi, es previsible que se mantenga. “De hecho, esta clase de activos ya no es vista como oportunista sino estructural, con elevada presencia institucional a largo plazo, especialmente fondos de pensiones”, señala. 

 

Otra de las razones por las que el activo está siendo estructural es que la deuda de emergentes en moneda local, especialmente la emitida en Latinoamérica, tiene muy baja correlación con los bonos globales, lo que implica elevada capacidad de diversificación. “Hay tendencia a incorporar entre el 5% y el 15% de deuda emergente en moneda local en las carteras”, asegura.

 

Tipos de interés y divisas se complementan.

 

El bono en deuda emergente en moneda local puede proporcionar protección a la baja y su rentabilidad se complementa con la de las divisas, favoreciendo a los inversores a largo plazo, señala Choi. “Así, a comienzo de 2011 había preocupación por la inflación en estos países, con previsión de que sus bancos centrales subieran tipos de interés, de manera que los bonos sufrieron, aunque el efecto fue positivo para las divisas hasta mediados de año”.  

 

“Cuando el mercado se vio sometido a presión el pasado verano, estas divisas –reflejo de sus economías- se vieron afectadas, pero sus bonos empezaron a comportarse mejor ante la posibilidad de reducción de tipos de interés”. Actualmente, las presiones inflacionistas se están desvaneciendo y los tipos de interés cayendo en China, India o Brasil, lo que promueve subidas en las cotizaciones de estos bonos, indica la experta.

 

Es posible hacer esta inversión con carácter regional.

 

“Además, es posible hacer esta inversión con carácter regional”, afirma. En Latinoamérica, por ejemplo, la rentabilidad puede ser muy elevada, al alcanzar el 12% anualizada en los diez últimos años, con un 14% de volatilidad -por su exposición a Asia, especialmente a China, así como a EEUU, como es el caso de México y Brasil.  

 

Sin embargo, según la especialista en renta fija emergente de Pictet AM, Asia tiene menor exposición a mercados desarrollados y ha proporcionado en diez años una rentabilidad anualizada del 8% con una volatilidad del 7% -el índice HSBC incluye economías avanzadas como Singapur, Hong-Kong, Corea y Taiwán-. “De este modo, esta inversión en Asia puede ser más apropiada para inversores con mayor aversión al riesgo”, apunta.

 

Gestión activa respecto al índice de referencia.

 

“Somos un gestor activo respecto al índice de referencia, que en primer lugar lo replicamos.  Luego el proceso de inversión incluye análisis macroeconómico global, para determinar si estamos en un entorno de riesgo o de aversión al riesgo”, revela Choi.  “También llevamos a cabo un análisis por país. Generalmente, tenemos un punto de vista estratégico y la rotación de la cartera es razonable, aunque tenemos en cuenta tanto factores a medio y largo plazo -tipo de interés, volatilidad, inflación y políticas monetarias- como técnicos a corto plazo -para determinar el momento apropiado-.  

 

“La intención es proporcionar entre el 2% y el 3% por encima del índice, para lo que consideramos activamente tipos de interés y divisa como fuentes diferentes de rentabilidad.  En conjunto, la rentabilidad acumulada en diez años por los bonos representa dos tercios del total, mientras que el tercio restante de rentabilidad de las divisas es más volátil”, reconoce.

 

Interesan bonos de países próximos a recortar tipos.

 

Actualmente, Choi asegura tener posiciones en bonos de Sudáfrica y México -que mantenemos desde el verano pasado, pues el argumento se mantiene- así como Brasil. “Se trata de países próximos a recortar tipos de interés, capaces de proporcionar apoyo al crecimiento sostenible”, afirma.

 

“En India, que no forma parte del índice, con las subidas de tipos de interés hemos llegado a estar expuestos al alza de su divisa, pero las posiciones actuales son más bien tácticas, entre otras cosas porque siguen teniendo déficit doble. En Rusia, a pesar del aumento del precio del petróleo, estamos neutrales dada la incertidumbre política”.

 

Este año ha habido rally en las divisas.

 

“Este año ha habido rally en las divisas y los fundamentales son favorables, excepto quizá para la lira truca o el florín húngaro, pues en ambos países las intenciones de políticas monetarias no están siendo transparentes”, dice la gestora.  Por otra parte hemos estado infra-ponderando el peso mexicano. 

 

Según afirma, si hubiera presión desde el punto de vista técnico nos preocuparían más las divisas de grandes países. “Hay que tener en cuenta que las economías muy grandes y abiertas como Brasil, Sudáfrica o México cuentan con mayor liquidez y sufren más la salida de inversores extranjeros, a diferencia de países más pequeños como Chile”, concluye.