ETF sintético y ETF de réplica física: hay diferencias y distintos riesgos

Inigo_Bilbao_Goyoaga_05_2016
Iñigo Bilbao

TRIBUNA de Iñigo Bilbao Goyoaga, partner de Estudios Bursátiles SL y experto en fondos de inversión e inversión colectiva.

Cuando compramos un índice a través de un ETF debemos saber que el emisor de dicho ETF tiene la obligación de replicar el índice que ha emitido. Puede elegir entre hacerlo de forma física o sintética. Si lo hace de forma física habrá comprado todos los títulos que hay en el índice en su misma proporción o al menos una muestra suficiente de los mismos a través de una optimización. En el caso de la réplica sintética se utilizan swaps para seguir el índice y, por lo tanto, se está presuponiendo que la contraparte que te vende el swap va a cumplir sus obligaciones de pagar si se vende dicho ETF.

Por lo tanto, los ETF de réplica física y los de réplica sintética están expuestos a riesgos diferentes siendo más limitados en la primera, al ser más transparentes y poderse controlar mejor sus riesgos, pero también es relevante que tienen costes e impuestos distintos, haciendo que a veces los compradores tengan preferencia por unos u otros de forma miope. Sobre todo, veremos reducirse el apetito por los ETF sintéticos por parte de los expertos en momentos de alta volatilidad con mercados bajistas.

Los ETF de renta fija están comenzando a tener cierta popularidad e incluso durante 2019 se vendieron más ETF de renta fija que de renta variable en Europa. Asimismo, aunque no en volumen total, en porcentaje, los ETF de renta fija en Europa tienen un peso mayor al de los ETF de renta fija en EE.UU. (un 28% frente a un 20% del total de activos invertidos en ETF).

Lo que ocurre es que no todo el mundo está igual de tranquilo con la réplica de los ETF de renta fija, aunque haya aumentado su demanda por los bajos tipos de interés que sufrimos en Europa, reportando los ETF de renta fija, un ahorro decente en comisiones a las carteras. En un porcentaje elevado los fondos cotizados de renta fija suelen estar replicados de forma sintética. Ya hemos explicado que, al depender de swaps vendidos por una contrapartida, genera más riesgos que un ETF replicado físicamente, los cuales pudiéramos considerar más simples y transparentes, aunque no eliminen todos los riesgos.

En conclusión, aun teniendo los ETF de renta fija un futuro prometedor, es importante que sus usuarios elijan bien el emisor de dichos ETF, ya que, al estar compuestos en muchos casos de réplicas sintéticas o físicas optimizadas, los riesgos que se asumen son mayores que al comprar un ETF de renta variable.

Expertos en el mercado avisan que en un pánico vendedor la importancia de las réplicas tendrá trascendencia, y advierten que se debe elegir bien el emisor ya que garantizará la buena selección de la contrapartida de los swaps, riesgo que aumenta con mercados a la baja.

Recientemente, ha habido cierta controversia porque la Reserva Federal americana, en su nuevo programa de compras de renta fija implantado con la crisis del COVID-19, ha incluido como novedad la posibilidad de comprar ETF de renta fija, y a la hora de utilizarlos, ha seleccionado ETF de tan solo dos proveedores diferentes en el 83% de sus compras.

A mí personalmente con casi tres décadas de experiencia en los mercados, me da más tranquilidad comprar un ETF a una gestora grande y conocida, no solo por cómo hayan hecho la réplica del mismo, sino también por cómo manejen los potenciales préstamos de títulos físicos (securities lending). Y en el caso de tener que seleccionar un ETF de renta fija lo tengo aún más claro.