La figura del asesor es fundamental en el escenario financiero actual

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TRIBUNA de Javier Nieto, decano del Colegio de Economistas de Aragón. 

La clave está en acertar con el perfil del inversor. Evitar las sorpresas y afinar el objetivo común para tener éxito. No hay dos personas, ni dos sueños, ni dos necesidades iguales. Encontrar la ecuación rentabilidad riesgo, para cada tipo de inversor, es la principal misión del buen gestor de inversiones: conocer buenos sectores, compañías que tengan negocios que ofrezcan ventajas competitivas, buenos precios, momentos de volatilidad óptima, escenarios políticos de confianza, datos macroeconómicos optimistas... etc.

Como ocurre con el resto de sectores, el entorno globalizado hace que las buenas estrategias no estén necesariamente ligadas a mercados cercanos. Todas las operaciones, mercados y compañías están a nuestro alcance. Es por esto que también existen oportunidades de inversión en mercados emergentes que, aunque puedan ser más aptos para un perfil de riesgo elevado, pueden constituir también una buena inversión a largo plazo.

La figura del asesor de inversiones es por tanto fundamental en nuestro escenario financiero actual. Su labor es dirigir convenientemente a los inversores hacia aquellos activos, productos financieros y estrategias de inversión que mejor se adecúen a sus características. Las buenas gestoras, por su parte, deben funcionar a nivel global y estar integradas por profesionales con estilos y estrategias definidas que estén basadas fundamentalmente en los objetivos del cliente.

Resulta de capital importancia, para un sistema financiero sano, que sus gestores de inversiones tengan un profundo conocimiento de los mercados financieros y una actitud despierta ante los acontecimientos mundiales, no solo económicos sino de cualquier otra índole pero con repercusiones económicas. El próximo 11 de noviembre, en el congreso nacional de EFPA que este año se celebra en la ciudad de Zaragoza, se va a abordar esta cuestión, centrada en cuáles son las estrategias de inversión de los gestores mejor valorados, concretamente: las perspectivas de volatilidad en los mercados de renta variable, el futuro de los bonos gubernamentales o la importancia de los valores emergentes en nuestras carteras.