Estrategia de Man GLG en emergentes: “Crear una cartera diversificada de valores infravalorados”

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-Tico-, Flickr, Creative Commons

La situación por la que atraviesan actualmente los mercados de renta variable se asemeja mucho a la vivida en 2009, cuando la infravaloración que sufría la bolsa dio como resultado un fuerte rebote que, en muchos casos, cogió a los inversores desprevenidos. Esta recuperación se hizo especialmente visible en los emergentes, unos mercados que, según Man GLG, “no serán inmunes a los acontecimientos en la zona euro y la evolución de la economía mundial, si bien continúan viéndose apoyados por unos fundamentales a largo plazo que los siguen haciendo atractivos a la inversión”.

En un artículo publicado por la gestora, la firma reconoce que su estrategia actual en estos mercados es muy similar a la adoptada en 2009. De este modo, Man GLG apuesta por crear una cartera diversificada compuesta fundamentalmente por activos infravalorados, y que esté centrada en la gestión del riesgo. “Basándonos en el comportamiento registrado hace tres años por el mercado, somos muy optimistas respecto a esta clase de activos de cara a la segunda mitad de año, a pesar de las casi inevitables idas y venidas que provocarán las economías desarrolladas”.

Y es que, en opinión de sus expertos, “el hecho de que los países emergentes sean hoy mercados mucho más abiertos de lo que lo han sido nunca antes en la historia hace que su vulnerabilidad a los episodios que se viven en Occidente sea mayor”. Sin embargo, desde la gestora recuerdan que no conviene olvidar que la situación fiscal y económica de las economías emergentes es mucho más sólida que la que disfrutan los países desarrollados, por lo que “su capacidad para suavizar los adversos efectos provocados por las dos grandes regiones económicas del planeta –EEUU y Europa- es también ahora mayor”.

Desde Man GLG consideran que el rally vivido por los mercados de renta variable a finales de 2011 y principios de 2012 se debió fundamentalmente al mayor optimismo inyectado por el BCE a través de sus operaciones de refinanciación a largo plazo (LTRO), iniciativa que –a juicio de la firma- desatascó la mayor aversión al riesgo que había generado el temor a un colapso del sistema bancario europeo. “La posterior salida de los inversores de estos mercados supone la constatación de que el LTRO no servirá por sí mismo para abordar los problemas de competitividad, riesgo soberano y sistema financiero que sufren las economías de la periferia europea”.