Esto es lo que subyace en el ADN del inversor español

adn
IRVallHebron, Flickr, Creative Commons

Los inversores españoles reconocen la importancia de ahorrar para la jubilación pero siguen demostrando una confianza excesiva en el Estado. Así lo desvela su Estudio Global de Inversión 2016 realizado por Schroders, en el que la firma ha encuestado a 20.000 inversores de 28 países a escala global, 1.000 en España, que planean invertir un mínimo de 10.000 euros en los próximos 12 meses y que hayan modificado sus inversiones en los últimos cinco años. Estiman que el porcentaje de ingresos para la jubilación en España que probablemente provengan de las pensiones públicas sea del 39,1%, el más elevado a escala global. Por tanto, otros ahorros (17,2%), los planes de pensiones personales (13,1%) y los planes de pensiones de empresa (8,9%) supondrán una contribución inferior por término medio. Las contribuciones previstas de los planes de pensiones de empresas son las menores de Europa, junto con Rusia (8,7%).

Si nos paramos a desglosar los datos demográficamente, es destacable que para los inversores millennials españoles (aquellos con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años) el porcentaje medio de su pensión que consideran procederá de la pensión pública es inferior (27,8%) que el de los mayores de 36 años (43,7%). Sin embargo, los jóvenes esperan que los planes de pensiones de empresa aporten más (13,0%) de lo que esperan los mayores de 36 años (7,2%). La falta de planificación complementaria de la jubilación podría derivar en una pensión insuficiente, por lo que la inversión desempeñará un papel importante a la hora de completar los ahorros para la jubilación.

Los inversores españoles citan entre sus principales motivos para invertir el complemento de su pensión de jubilación (43%) junto con reinvertir las rentas y hacer crecer la cartera (44%) y complementar el salario o ingresos (46%). Reconocen que podrían vivir alrededor de dos décadas (19,2 años de media) tras jubilarse, algo por debajo de la media europea (20,2 años de media). Los millennials parecen tener menos motivos para invertir para la jubilación, ya que sólo el 36% eligió este motivo siendo el más probable complementar el salario o los ingresos (47%). Esto revela que los millennials prefieren invertir para cubrir necesidades financieras inmediatas, en lugar de para percibir beneficios a largo plazo. Cuando se les pregunta sobre los ingresos durante su jubilación, los inversores europeos prevén obtener sus ingresos a través de tres vías principales: el sistema público de pensiones (con una contribución media del 26,8%), su plan de pensiones de empresa (que aportará de media un 19,5%) y sus propios ahorros e inversiones (con una aportación media del 17,0%).

Expectativas de rentas desmesuradas y sesgo de inversión a corto plazo

Por otro lado, son relevantes también las expectativas de rentas y los rendimientos a largo plazo que desvela el Estudio que barajan los inversores españoles, ya que parecen claramente desmesurados, en línea con los datos europeos. A nivel europeo, la media de rentas que desean percibir los inversores asciende al 7,9% y a los españoles, de media, les gustaría percibir unas rentas del 8,5%. Dados los tipos de interés en mínimos históricos vigentes en muchos países, es probable que numerosos inversores europeos, especialmente los españoles, se lleven una decepción.

A esto se añaden las respuestas extraídas en torno al horizonte temporal ya que, de media, los inversores españoles mantienen su inversión menos tiempo que en otros países, con un horizonte de inversión de poco más de dos años (2,2), en comparación con los 3,3 años de Europa. Un tercio de los españoles encuestados (el 33%) presenta una visión muy a corto plazo y mantiene sus inversiones hasta 12 meses. Casi la mitad (el 48%) mantiene sus inversiones entre 1 y 3 años, y alrededor de un quinto (el 19%) de los españoles encuestados se plantean un horizonte de inversión a más de 3 años. Resulta también significativo además que los Millennials españoles son aún más cortoplacistas (1,8 años) que los inversores mayores de 36 años (2,4 años).

Según Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal, “los resultados del estudio ponen de manifiesto dos realidades del inversor español, su visión cortoplacista en cuanto a sus inversiones y su dependencia de las pensiones públicas a la hora de planificar su jubilación. Debido a las presiones demográficas, al alargamiento de la esperanza de vida y a los altos niveles de endeudamiento de los estados, es probable que con la planificación actual de los inversores, estos se encuentren con que no han ahorrado lo suficiente”.

La figura del asesor financiero

El aspecto positivo de las conclusiones a las que llegan los resultados del Estudio Global de Inversión de Schroders 2016 es que los asesores financieros siguen desempeñando un papel importante en la toma de decisiones de inversión y el 62% de los inversores españoles, el porcentaje más alto de Europa (48%) seguidos por los italianos (59%), afirma que recurriría a un asesor financiero la próxima vez que tuviera que tomar una decisión de inversión.