Estados Unidos: el riesgo político es mayor que el de subida de tipos

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Con la negociación sobre el incremento del techo de la deuda alargada hasta el último momento, dos son los principales obstáculos al crecimiento de Estados Unidos: los políticos y su rivalidad, y el cambio de rumbo de la política monetaria de la Reserva Federal. Sobre todo el primero, teniendo en cuenta que la nominación de Janet Yellen como próxima presidenta de la Fed da pistas de que la política hiperacomodaticia se prolongará en el tiempo. “A diferencia del consumo privado y el gasto empresarial, el sector público sigue siendo un área de la economía estadounidense que suscita inquietud”, afirma Adrian Brass, gestor del fondo del FF America Fund

En su carta a inversores correspondiente al mes de octubre, Didier Saint- Georges, miembro del comité de inversiones de Carmignac Gestion, dedica unas líneas a analizar la recuperación estadounidense. “Nuestra hipótesis principal sigue siendo la de una reactivación económica lenta, vacilante y obstaculizada de forma prolongada por las limitaciones del desendeudamiento” afirma, añadiendo que esta hipótesis “permitirá que la subida de los tipos de interés sea controlada”. Saint- Georges concluye que estas perspectivas “favorecen en gran medida una gestión de activos bien equilibrada”. 

Por el lado negativo, el responsable de Carmignac observa limitaciones “duraderas en ausencia de un aumento considerable de la renta media disponible de la población estadounidense”, opinión que no comparte Brass, que se apoya en la recuperación del mercado inmobiliario estadounidense para hablar del efecto riqueza. “Una forma concreta en la que los consumidores podrían incrementar su poder adquisitivo es pidiendo dinero prestado contra el mayor valor de sus viviendas, las llamadas segundas hipotecas. Además, sabemos que las recuperaciones del mercado de la vivienda suelen estimular la inversión residencial”, afirma el gestor de Fidelity Worldwide Investment, que también hace hincapié en la recuperación del mercado laboral como un estimulante del consumo en el país. 

¿Dónde están las oportunidades?

Pese a la tendencia alcista que ha mostrado Wall Street a lo largo de este ejercicio y del pasado, los expertos se muestran optimistas con el recorrido al alza que presentan los parqués estadounidenses. Brass alerta al inversor de que “discriminar las empresas es más importante que nunca para poder diferenciar a los ganadores a largo plazo de las empresas que podrían ver reducidos sus márgenes”, teniendo en cuenta que actualmente los márgenes de explotación de las compañías estadounidenses están rozando máximos históricos

Saint- Georges, que en nombre de su firma señala que sobre el inicio del ciclo económico en Estados Unidos depositan sus convicciones más fuertes, pone el acento en “esa gran ventaja estructural que supone para los sectores de la petroquímica y la refinería el acceso al gas y al petróleo de esquisto a bajo coste”. Brass prefiere fijarse en la caja de las empresas estadounidenses, que están en niveles de récord gracias a que el peso de sus beneficios sobre el PIB estadounidense es el más elevado desde la II Guerra Mundial. “Hasta ahora esta tesorería fundamentalmente se ha empleado para remunerar a los accionistas a través de recompras de acciones y dividendos”, explica el gestor de Fidelity, que confía en que “en el futuro, conforme se vaya consolidando la recuperación estadounidense, un mayor porcentaje de esta tesorería se utilice con fines de inversión”. 

Para Brass, un buen ejemplo de inversión del dinero de la tesorería sería en la mejora de la capacidad empresarial, “porque está en niveles bajos desde un punto de vista histórico”. “Cuando esto ocurra, la economía estadounidense recibirá un nuevo impulso y se crearán oportunidades interesantes para los que invierten seleccionando valores, como yo”, concluye. 

En la parte de renta fija, Saint Georges resalta que el riesgo direccional de los tipos de interés “podría constituir un gran desafío para cualquier gestor durante los próximos años”. La receta que propone para proteger la cartera es incorporar sensibilidad “muy negativa” a los tipos de interés. De hecho, estas coberturas ya se están aplicando en los fondos de Carmignac con posiciones en renta fija: el experto cuenta que, al alcanzar el bono estadounidense a 10 años el 3% a principios de mes, los expertos de la firma optaron por reducir la sensibilidad negativa al considerar que este nivel refleja “las perspectivas de crecimiento e inflación que presenta el país”.