¿Está el ciclo alcista del dólar a punto de tocar techo? Argumentos y gráficos a favor

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Bill David Brooks, Flickr, Creative Commons

La tendencia alcista del dólar ha sido una preocupación constante para los inversores desde su origen por sus múltiples daños colaterales, incluyendo el fuerte desplome de varias divisas de países emergentes, el impacto sobre los precios de las materias primas y, por supuesto, su influencia sobre las decisiones de la Reserva Federal respecto a la normalización monetaria en EE.UU.. Sin embargo, el billete verde se ha debilitado desde diciembre, en coincidencia con la decisión de la Fed de subir el precio oficial del dinero a un simbólico 0,5%. ¿Supone esto una señal suficientemente fuerte de que este ciclo alcista está llegando a su finantes de lo previsto? 

Los expertos de Legg Mason Global AM toman como punto de partida para su análisis la constatación de que el Dollar Index (que mide el comportamiento del dólar frente a una cesta de divisas) retrocedió un 0,6% desde la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto  (FOMC) de diciembre hasta el pasado 25 de febrero, y un 2,9% desde su máximo, marcado el 30 de noviembre de 2015. “Es un marcado contraste con el momento que exhibió el dólar en 2014”, constatan desde la gestora, aunque matizan que la moneda estadounidense siguió al alza en una serie de cruces de divisas – especialmente emergentes- a lo largo de 2015. 

Legg Mason mantiene una visión desmitificadora sobre el comportamiento del billete verde: “La asunción ampliamente adoptada de que los ciclos de endurecimiento monetario de la Fed siempre están acompañados de un fortalecimiento del dólar no cuadra con la historia. Durante dos de los últimos tres ciclos de subidas de tipos de la Fed, el dólar en realidad se debilitó”. No obstante, aportan otra posible explicación: “Puede ser también un signo de que el mercado está revisando a la baja sus expectativas sobre subidas de tipos de la Fed y/o moderando su visión sobre cuánto mejor va a ser el crecimiento estadounidense en relación con otras economías”. 

En todo caso, desde la gestora consideran que estas dos tendencias no van a traducirse en una depreciación masiva del dólar en los próximos meses. De hecho, afirman que “no hay nada que diga que el dólar no pueda apreciarse más”, y recuerdan que el Dollar Index todavía cotiza un 18% por debajo de su máximo histórico de 2001. Su conclusión es que “de continuar el dólar constante o con una depreciación gradual en los próximos meses, podría ser signo de un efecto calmante sobre los mercados financieros”. 

Pistas que aportan la relación dólar- petróleo

Con el ánimo de encontrar más signos que determinen la trayectoria futura del dólar, desde Amundi el estratega Bastien Drut opta por estudiar la correlación entre el comportamiento de la divisa y el precio del petróleo. En base al estudio de cinco periodos recientes en que la commodity haya experimentado fuertes subidas o bajadas, Drut determina que hay “una fuerte relación inversa entre el dólar ajustado al comercio y los precios del crudo”. 

A continuación, aporta detalles sobre los periodos estudiados (ver gráficos con evolución del petróleo y del dólar). El primer periodo es el ubicado entre el 1 de enero de 2007 y el 30 de junio de 2008: el petróleo se revalorizó un 135% y el dólar retrocedió un 10%. El segundo periodo duró del uno de julio de 2008 al 31 de diciembre de 2008 y en él el crudo se desplomó un 74%, y el dólar se apreció un 13%. Entre el uno de enero de 2009 y el 30 de septiembre de 2009, el petróleo registró un avance del 81% y el dólar, un retroceso del 5%. El cuarto periodo estudiado, comprendido entre el 1 de septiembre de 2010 y el 29 de abril de 2011, se saldó con subidas del 67% para el crudo y caídas del 9% para el dólar. Finalmente, entre el 30 de junio de 2014 y el 26 de febrero de 2016 la relación inversa entre la materia prima y la divisa ha restado un 70% a la primera y otorgado una subida del 22% a la segunda. 

Drut incorpora a su análisis el estudio del comportamiento de la moneda estadounidense frente a distintas políticas monetarias. “Como la política monetaria y en particular la divergencia entre políticas monetarias también es un importante motor de los tipos de cambio, también computamos un diferencial de políticas sobre tipos entre EE.UU. y los 26 países incluidos en la cesta de divisas de a Fed (ponderados de la misma forma que en la cesta de la Fed)”, indica el estratega (ver gráfico).

El representante de Amundi efectúa varias observaciones. La primera que, “coincidencia o no, los grandes giros en el precio del petróleo suelen coincidir con periodos de divergencia creciente de las políticas monetarias entre la Fed y sus homólogos”. Así, entre los periodos históricos uno y cuatro, detecta que las subidas del petróleo trajeron consigo una reducción de la divergencia entre políticas monetarias. Sin embargo, en el periodo tres se incrementó tanto el precio del barril como los diferenciales entre políticas de tipos, lo que dificulta el análisis del comportamiento del dólar.  

La evaluación que ofrece el estratega sobre el periodo cinco se asemeja a la de Legg Mason: “Aunque todo el planeta esté enfatizando la divergencia de políticas monetarias, la divergencia actual entre la Fed y sus homólogos en realidad es extremadamente limitada”. Por ello, considera que “el rally actual del dólar probablemente esté más vinculado a los precios de las materias primas que a la divergencia monetaria”. 

La conclusión final de Drut es que, “considerando que el precio del petróleo está cerca de tocar suelo (cualquier subida en 2016 sería lenta, pequeña o posiblemente errática) y que la divergencia entre políticas monetarias es muy lenta, el dólar en términos ajustados al comercio está actualmente cerca de su máximo, o ya lo alcanzó en enero”. El estratega señala que esta tendencia “es crucial para las políticas del FOMC en los próximos trimestres, por haber tenido la apreciación del dólar desde mediados de 2014 un fuerte impacto negativo sobre la inflación y el crecimiento y haber evitado que la Fed empezara antes su ciclo de subida de tipos”.