España se convertirá en la próxima Alemania

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Imagen cedida

Suena esperanzador. La pregunta del millón es: “¿será verdad?”. Esta frase fue pronunciada por el estratega macro mundial del banco de inversión americano Morgan Stanley, Joachim Fels, en su visita a España del pasado mes de febrero. Pero, ¿en qué se basa para realizar tal afirmación?

Alemania en estos momentos se está financiando a unos tipos de interés prácticamente nulos (el bono a dos años alemán está al 0,01% de rentabilidad), está viviendo un aumento de salarios (el sindicato del metal alemán ha propuesto una subida salarial del 5,5%), el mercado inmobiliario ha empezado a recuperarse y está disfrutando de una subida de precios inmobiliarios… Todo esto debe provocar un deterioro de su competitividad en favor de países como el nuestro.

En España los costes laborales unitarios están bajando debido a la recesión y a las reformas que se están implementando, en donde la mejora de la balanza comercial es significativa con una positiva evolución de las exportaciones. Todo ello implica una enorme mejora en cuanto a la competitividad se refiere. Si esta tendencia se mantiene, España va camino de convertirse en la próxima Alemania de la zona euro. Lo más interesante de todos estos datos es que empezamos a tener constatación de que realmente este gap de competitividad a favor de España se está traduciendo en inversión en nuestro tejido industrial.

Nuestra balanza comercial se está equilibrando a un fuerte ritmo, con las exportaciones creciendo un 11,3% en 2010, un 7,6% en 2011 y un 3,3% en 2012, por encima de la zona euro. Nuestras exportaciones representan un 33,1% del PIB versus el 52,5% en Alemania y el 46,1% de la zona euro. Alemania en 1999 empezó a hacer las reformas que nosotros hemos iniciado hace dos años. En aquel año, las exportaciones alemanas representaban el 29% de su PIB, en el 2006 el 48%. Como vemos, las reformas llevan su tiempo pero, finalmente, se alcanzan o se pueden alcanzar los objetivos propuestos.

Según el Instituto de Estudios Económicos, España será el tercer país de la OCDE con el mayor aumento de las exportaciones en este 2013 (6,4%), por detrás de Corea del Sur, que crecerá un 8,8%, y Estonia, con un 7,4%, y muy por encima de la media de las principales potencias (3,6%). Estamos cerca de alcanzar el superávit comercial viniendo de un déficit comercial del 10%.

Desde el inicio de la crisis, los costes laborales en España han caído un 4% mientras que los de nuestros principales socios comerciales han subido entre un 5% y un 10%, siendo uno de los principales motivos de tener un superávit comercial con la zona euro, cosa que no ocurría desde hace 15 años. Por primera vez desde la entrada en el euro, exportamos más de lo que importamos. Si medimos los costes laborales, un español cuesta 20 euros la hora, 27 el italiano, 33 un alemán y 35 un francés. Según Eurostat, España tiene unos costes laborales un 35% inferiores al Reino Unido.

España, un país barato pero de calidad

Otro punto importante a la hora de atraer inversión extranjera es el precio por metro cuadrado del alquiler de oficinas. Dentro de este proceso de devaluación interna en el que estamos inmersos, tenemos que el precio de los alquileres de las oficinas prime han caído cerca de un 40% desde 40 €/m2, que se pagaba en lo alto del ciclo, a los actuales 25 €/m2. Como dato, comentar que las rentas en Madrid de la zona prime son un tercio de las rentas en París.

En definitiva, España se está convirtiendo en un país barato pero de calidad.

En juego está el futuro de nuestras generaciones (y el nuestro también), por lo que pedimos a las autoridades europeas que tengan la altura de miras necesarias para salir fortalecidos de esta crisis que parece no tener fin. Soy de los que ve la botella medio llena, aunque todos somos conscientes, o deberíamos de serlo, que el camino está lleno de obstáculos. Muchas veces nuestro pequeño árbol no nos deja ver el bosque pero, tal vez, haya que recordar aquella frase que decía que “la oscuridad es siempre más intensa justo antes del amanecer”.