“España es demasiado grande como para quebrar”

A pesar de las dudas crecientes sobre la sostenibilidad del rally iniciado a comienzos de año en renta variable europea, Kevin Barker, estratega senior del equipo de renta variable europea de UBS Global AM, considera que, desde un punto de vista fundamental, aún presenta un gran atractivo. Por tres motivos: en primer lugar, ante la continuidad de la fortaleza de crecimiento de los beneficios ya vista el año pasado, además de por los niveles récord de flujos de caja en manos de las compañías y las bajas valoraciones con respecto a sus niveles históricos –sobre todo, en algunas firmas de mediana capitalización que ahora sobrepondera-.

“El 40% de los beneficios de las compañías europeas viene de fuera del continente y el 20% de los ingresos procede de los mercados emergentes, lo que quiere decir que es el crecimiento global y no el europeo el que impulsa las acciones”, explica el experto, centrado en encontrar valores líderes en determinadas industrias, con alta exposición a mercados en desarrollo, gran capacidad de crecimiento y atractivas valoraciones, como LVMH, ABB o Prudential. “Apostanto por compañías europeas, no has de pagar una prima por acceder a los emergentes, como ocurre en otras empresas locales”, explica, asegurando además que se incrementan las posibilidades de exposición. Así, sólo el 5% del mercado chino está compuesto por firmas de consumo, uno de los temas clave de crecimiento y que puede jugarse tanto con firmas locales como multinacionales europeas.
En segundo término, los niveles de flujos de caja de las firmas europeas apoyarán al mercado, teniendo en cuenta que se traducirá en una subida del gasto en capital –en firmas de software o industriales como SAP o ABB-, en un incremento de la actividad de fusiones y adquisiciones –sobre todo en sectores como el de la minería, el industrial o el de consumo, si bien es una tendencia general exceptuando el sector financiero-, así como en una subida de los dividendos y de las recompras de acciones.
En este escenario, Barker minimiza los riesgos. En primer lugar, la inflación, debida fundamentalmente a los precios de las materias primas; el experto cree que tenderá a reducirse, al igual que la inflación core, debido a que en Europa aún no hay presiones sobre los salarios. En segundo lugar, las subidas de tipos: aunque Barker cree que habrá más subidas, cree que el escenario de tasas de interés seguirá siendo acomodaticio debido a que el BCE se verá contenido por los problemas en los países de la periferia europea. Y en tercer lugar, con respecto a la crisis de deuda, el experto es optimista, no cree que se extienda a España y también descarta una “solución inmediata”. “Existen preocupaciones con respecto al crecimiento, al paro, pero la posición financiera del país no es tan mala como la portuguesa, irlandesa o griega y además empiezan a verse signos positivos de reducción de deuda y déficit”, comenta, asegurando que España es “demasiado grande como para quebrar”. Es más, considera que toda esta situación beneficia a las exportaciones alemanas a través de la debilidad del euro.
Con todo, recuerda a menudo a los inversores, nerviosos con los problemas de la periferia europea y su débil crecimiento, que estos países sólo suponen un 10% del índice, con España pesando el 5,5%, Italia el 4,5% y Grecia, Portugal e Irlanda en conjunto, un 1%.  “El crecimiento fuera de la periferia, que representa un 90% del índice, seguirá siendo robusto”, afirma.
Así, la mayor preocupación del gestor es la volatilidad. Como media, Barker mantiene en cartera los valores unos 3 años, un horizonte que con el aumento de la volatilidad de los mercados se ha reducido a dos años. Además, cree que dicha volatilidad puede crecer a corto plazo, pues, tras los eventos de Japón y Oriente Medio, se sitúa ahora en niveles bajos.
Posición contraria en bancos
Por sectores, y aunque reconoce que su proceso de inversión se deriva más de la selección individual, cree que lo que les diferencia de otros productos de la competencia es su posición en bancos. “Existen algunos realmente baratos, como Barclays o Santander, con el 80% de sus ingresos fuera de España, opciones muy atractivas teniendo en cuenta que los inversores los infraponderan debido a la crisis financiera”, explica. Una visión contraria que también aplicaron tras la crisis de BP.
El proceso de inversión se basa en la selección de valores, para lo cual cuenta con un equipo de 13 analistas de grandes firmas y dos gestores, así como tres modelos diferentes de gestión de riesgos y un modelo de compensación a los gestores ligado a la rentabilidad de su fondo de renta variable europea.