ESMA publica la guía sobre como deberán realizar los fondos de inversión sus test de estrés para medir su liquidez

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Waldemar Brandt on Unsplash

La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) ya ha publicado las pautas de los test de estrés que deberán realizar los fondos de inversión para determinar su liquidez y que serán efectivas a partir del 30 de septiembre de 2020. Las mismas incluyen directrices que aplican tanto a los fondos de inversión alternativa (AIF) como a los productos que cuenten con etiqueta UCITS así como a los depositarios.

En concreto, el documento que lleva por título Guidelines on liquidity stress testing in UCITS and AIFs y que puede consultarse aquí consta de un total de 46 páginas divididas en tres anexos que dan respuesta al periodo de consulta que se inició el pasado mes de febrero y que concluyó el pasado mes de abril. Además de especificar las razones por las que la CNMV europea ha optado por publicar un documento de este tipo ante un contexto de mercado en el que cobra especial importancia la liquidez de estos instrumentos de inversión, analiza los costes que la implementación de estas nuevas medidas puede acarrear a las gestoras y también a sus partícipes.

Aunque el capítulo más importante, el de las medidas que a partir del 30 de septiembre de 2020 tendrán que tener los fondos de inversión en cuanto a liquidez, se recoge en el anexo 3 con el propósito de “aumentar el estándar, la consistencia y, en algunos casos, la frecuencia de los test de estrés ya llevado a cabo y promover la supervisión de estos test por parte de los organismos supervisores”, afirma el documento.

En concreto determina que los gestores deberán especificar los factores que pueden impactar en la liquidez de sus fondos, demostrar que conoce los riesgos de liquidez que asume cuando incluye determinados activos en sus carteras, la idoneidad que la inclusión de los mismos tiene en función de las especificidades del fondo en cuestión  y cómo se aplican los resultados de esos test de estrés de liquidez en la gestión del riesgo del mismo.

Junto a ello, se especifica que aquellos fondos sujetos a los LST (Liquidity Stress Testing) cuya periodicidad recomendada  del test es como mínimo trimestral aunque puede ésta puede incluso menor dependiendo del fondo en cuestión o de las características del mercado, deberán incluir documentación que incluya al menos: definición de la función del gestor senior así como del consejo, su interacción con otros procedimientos de gestión del riesgo de liquidez, una revisión periódica de las documentación y de los procedimientos que se utilizan para asegurar esa liquidez así como las circunstancias que les han llevado a ello y los diferentes escenarios susceptibles de implicar un cambio en la liquidez de los fondos incluyendo la crisis financiera de 2008 y la de la deuda en 2012, una lista de los fondos a los que se aplica el LST y la metodología del fondo para atender a los procesos de liquidación de sus activos.

Además, en la valoración de la liquidez de los fondos los gestores deberán tener en cuenta el comportamiento de los inversores y el impacto que pueda tener los reembolsos de sus participaciones en la liquidez del fondo. Incluso recomienda estudiar la procedencia de los mismos y la concentración de inversores que puede tener un fondo ya que esto puede impactar en la liquidez si se producen fuertes reembolsos en un determinado momento de mercado.

El documento, disponible de momento solo en inglés, será traducido en los próximos dos meses a todos los idomas oficiales de la Unión Europea.