Escuelas de negocio: ¿Es la campana de Gauss el mejor método para evaluar al alumno?

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La campana de Gauss es un sistema empleado en estadística y probabilidad. Debe su nombre a su descubridor, el matemático, astrónomo y físico alemán Carl Friedrich Gauss. La campana de Gauss no es más que una representación gráfica de la distribución normal de un grupo de datos. Éstos se reparten en valores bajos, medios y altos, creando un gráfico de forma acampanada y simétrica con respecto a un determinado parámetro. El punto máximo de la curva indica la media, y tiene dos puntos de inflexión a ambos lados. Su utilización está muy extendida y llega incluso al ámbito académico, donde algunas escuelas de negocio la emplean como método para evaluar a los alumnos.

Según explica Martin Boehm, decano de Programas de IE Business School, el funcionamiento es bastante sencillo. En la primera fase, se identifican los procesos por los que se evalúa al alumno (participación, exámenes, proyectos…) para posteriormente calcular el rendimiento general que ha demostrado en la asignatura. En la segunda fase se hace un ranking de los alumnos, de acuerdo con el rendimiento que hayan obtenido, otorgándoles una calificación que, en el caso del IE Business School, es similar al sistema americano de letras (A, B y C). La campana de Gauss se aplica en cada asignatura, siempre al final de la misma. “La gran discusión es que el rendimiento de los alumnos se distribuye de manera normal. Nosotros creemos que sí”, afirma. El IE Business School es una de las escuelas que apuesta por esta metodología.

“La mayoría de los alumnos son buenos. Hay muy pocos que son excelentes y es muy reducido el número que no están al nivel que se les exige. Básicamente, la campana de Gauss es una manera de estandarizar la nota. Este método da idea de dónde está cada alumno en cada una de las asignaturas. Ser bueno en todo es muy difícil. Hay muy pocos alumnos que son excelentes en todas las asignaturas. Algunos son excelentes en finanzas y no tan buenos en recursos humanos. En alguna asignatura no consigues el mejor resultado, pero en otras sí, lo que le permite al alumno compensar y mantener el promedio, así como alcanzar los requisitos necesarios para graduarse”, señala el decano de Programas de IE Business School.

Boehm asegura que en el mundo hay dos perspectivas: por un lado están los que dicen que este sistema fomenta en exceso la competitividad. Por el otro, los que creen que inyecta la dosis adecuada. “En general, el nivel de ambición y competitividad de la persona que entra en una escuela de negocios es bastante elevado. Creo que la competitividad no viene dada por la campana de Gauss, ni que su implementación origine un nivel de competitividad insoportable”, explica. Respecto a si este método puede fomentar conductas personales inapropiadas, Boehm recuerda que parte del aprendizaje y la evaluación no solo depende del rendimiento personal, sino del que el alumno consigue dentro de su grupo de trabajo. “Conozco grupos que se ayudan, que se apoyan para conseguir mejores resultados. No he apreciado un nivel de competitividad insano”.

Sin embargo, no todas las escuelas de negocio consideran que la campana de Gauss es el mejor método para evaluar los progresos de un alumno. Entre ellas está el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), que aplicó este sistema en 2001 y 2002 pero que luego revocó. “Hoy en día el trabajo individual no existe. Es trabajo colaborativo en equipo, que busca alcanzar un resultado común, lo cual está basado en la buena relación con los compañeros. La implantación de la campana de Gauss como método de calificación es respetable, pero está reñido con el compañerismo. Además, no es un sistema justo ya que, por definición, por muy buena que sea una promoción siempre hay alguien que tiene que caer”, asegura Álvaro Rico, secretario general y coordinador académico del IEB.

Cuando el alumno se le sitúa en esta tesitura, es cuando surgen actitudes indeseables ante el temor del alumno de ser él el que sea víctima de la campana de Gauss. “Todo lo que sirva para potenciar actitudes como el egoísmo y la falta de compañerismo debemos desactivarlo. Ganando en valores como el compañerismo es más fácil que salga a relucir el lado humano. Los grandes líderes de la humanidad siempre se han caracterizado por su profundo respeto a los valores. En el IEB potenciamos mucho los valores en el entorno de la empresa. La campana de Gauss no implica que la promoción esté ni mejor ni peor preparada. Hay alumnos que son más fuertes en unos campos que en otros y eso no quiere decir que tengan que caer en el momento en el que se haga un corte. No tiene sentido”, afirma.

En una línea muy similar se pronuncia Álvaro Martínez-Echevarría, director del IEB, cuando comparaba los métodos de enseñanza de las escuelas de negocio anglosajonas con los que impartían instituciones como la que él representa. “En las escuelas de negocio del mundo anglosajón se busca en exceso la competitividad, lo que fomenta la avaricia, el lucro a toda costa y la falta de ética en los negocios, factores que han sido artífices de la crisis que estamos padeciendo. El olvido de los valores nos ha llevado al drama. Buscamos formar a profesionales con valores y que crean en la moral objetiva. Por eso, no creemos en la campana de Gauss como método de evaluación”, afirmaba en una reciente entrevista concedida a Funds People.

Posicionamiento de las escuelas de negocio españolas en el mundo

Apuesten o no por la campana de Gauss como método de evaluación de los alumnos, lo cierto es que la implementación o no de este sistema de calificación en nada afecta a la positiva visión que tienen las instituciones extranjeras sobre las escuelas de negocio españolas, lo que ha derivado en una mayor cooperación entre ellas. Tanto el IEB como del IE Business School han sellado alianzas con escuelas legendarias como la London School of Economics (Reino Unido) o Wharton (Estados Unidos). En el caso del IEB, el Instituto ha incorporado a su Consejo Editorial a dos premios Nobel: Harry Markowitz y Lawrence Klein. En el caso del IE Business School, además de las ya citadas, también mantiene acuerdos con instituciones internacionales como Tsinghua University, Indian Institute of Management, The Hong Kong University of Science and Technology, Melbourne Business School, Chicago-Booth, Stern-New York University,  Brown University, Tuck, Kellogg,  Anderson-UCLA, HEC Paris o la Fundación Getúlio Vargas Sao Paulo.