“Es posible lograr diversificación gestionando la curva de tipos de interés de un solo país”

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Imagen cedida

“Los inversores cada vez más buscan rendimientos que no estén correlacionados con las clases de activos tradicionales y con los movimientos del mercado”, decía Russ Oxley, director del equipo de tipos de interés de Ignis Asset Management, en una nota de inversión. Oxley toma en última instancia las decisiones de inversión del fondo Ignis Absolute Return Government Bond, que tiene precisamente como objetivo ofrecer una auténtica diversificación en un entorno de bajo crecimiento y sin tendencias claras en la evolución de los activos; decisiones que toma con el apoyo de los miembros senior de su equipo, coordinados por su macroeconomista jefe Stuart Thomson y que incluyen también a Grant Peterkin en cabeza de la gestión táctica, y el equipo cuantitativo, al frente del cual se sitúa Adam Purzitsky, que ha estado recientemente en Madrid.

El fondo, que invierte exclusivamente en deuda pública con un universo muy restringido a los países con mayor liquidez, calidad y solvencia, se basa en la macroeconomía para tomar las decisiones estructurales de inversión, pero utiliza una herramienta cuantitativa para controlar el riesgo, que se cubre en función de la situación y de forma muy dinámica. “Es la visión macro la que nos permite ganar dinero pero la metodología cuantitativa, llamada “clear curve”, nos permite construir una cartera eficiente, controlar el riesgo y aplicar esa visión de forma precisa”, explica Purzitsky. Una herramienta desarrollada en 2005 que muestra una perspectiva diferente que les ayuda a tomar las decisiones de inversión y a lograr retornos descorrelacionados y positivos en periodos de 12 meses.

¿Cómo? Analizando la curva a plazo o forward –los tipos de interés del dinero a un determinado plazo en el futuro-, diferente a la curva swap que utilizan las gestoras, y traduciendo las posiciones que el equipo desea adoptar en operaciones de bonos de contado, tanto largas como cortas. “La visión a futuro nos permite ganar más dinero y hacerlo con menos riesgo, pues mientras otros gestores intentan reflejar todas sus perspectivas a 10 años en una única posición de duración, nuestra estrategia permite tomar decisiones para cada periodo en el tiempo”, explica el experto.
De hecho, su proceso permite generar “un diversificado set de oportunidades incluso en una única curva de rentabilidades”, algo que permite además que las posiciones de inversión por países sean moderadas.

Actualmente, el fondo sólo invierte en la deuda del Tesoro estadounidense, deuda de Reino Unido y bonos alemanes, porque la idea es gestionar los tipos de interés y nunca tomar riesgo de crédito, que es lo que implica ahora la deuda pública de países como España o Italia. En ciertos momentos, también ha tenido deuda de Japón, Australia y Canadá, excluyendo los emergentes. En el pasado el fondo también ha tenido deuda de Francia, aunque ahora está fuera, y podría incluir países como los nórdicos, aunque de momento prescinde por temas de liquidez. “No necesitamos tener muchos mercados porque una sección de la curva puede estar completamente descorrelacionada de otra”, afirma el gestor. Conseguir diversificación en una sola curva es precisamente la esencia de su gestión.

“Sin hacer apuestas sobre la inflación a corto plazo, hacemos previsiones sobre crecimiento y seleccionamos el mejor punto de la curva para comprar”, explica Purzitsky. El gestor confía en un escenario de crecimiento descendente en EEUU, plano en la eurozona y moderado en China, que con el paso de los años quedará reducido al nivel del mundo desarrollado (en torno al 4%). Con respecto a la situación en Europa, cree que se evitará una ruptura del euro pero que las autoridades no harán lo suficiente para estimular el crecimiento. Y es que parte de su visión consiste en anticipar las decisiones de los bancos centrales; por ejemplo, acertaron pronosticando la operación LTRO de finales del año pasado lanzada por el BCE y la Twist en Estados Unidos del año pasado.

El fondo, que pone un gran énfasis en el control de las caídas, subió en su primer año hasta finales de marzo un 7,4% con una volatilidad del 3,3%, y este año acumula una subida del 2,6%, lo que le convierte en una atractiva alternativa a los depósitos bancarios o a los productos monetarios y le hace apto tanto para inversores institucionales como retail. De ahí que haya captado 450 millones de euros en sus primeros 14 meses de vida, aunque el equipo ya gestionaba esta estrategia a través de mandatos. Este equipo de Ignis gestiona casi 27.000 millones de euros en deuda pública, del total de 87.000 millones de activos totales de la firma.

“Se puede lograr un mayor retorno, con más liquidez –el fondo es capaz de deshacer todas las posiciones en de 4 a 5 horas y sin riesgo de crédito”, explica. Aunque la clase en euros está totalmente cubierta a la divisa europea, también cuenta con la posibilidad de jugar con la divisa, aunque esto lo hace de una manera muy selectiva, limitando la toma de riesgos en esta estrategia al 25% del límite de riesgo total, si bien en la práctica suele ser de entorno al 5%.