¿Es posible crear un plan paneuropeo de empleo? Esta es la propuesta de Amundi

Margarete_Ziegler-Raschdorf
Margarete Ziegler-Raschd, flickr, Creative Commons

Aunque Amundi sea conocida globalmente por su amplia oferta de fondos de inversión, lo que no sabe tanta gente -especialmente fuera de Francia- es que la firma también es una referencia en la gestión de planes de empleo. Aquí van algunos datos: 50 años de experiencia, 4.000 cuentas de clientes – compañías francesas de grande y mediano tamaño, pero con presencia internacional en 120 países-, más de 100.000 clientes aportados por estas compañías y más de 55.000 millones de euros en activos bajo gestión sólo en esta área. La firma ha canalizado sus propuestas de inversión vía planes de empleo a través de dos vehículos, uno francés (Amundi Tenue de Comptes – ATC) y otro luxemburgués, Amundi Global Servicing (AGS).

Cabe preguntarse para qué dispone la firma de un vehículo luxemburgués si su oferta de planes de empleo se limita a Francia. Aquí está el quid de la gestión: la firma ha estado trabajando durante los últimos años en el que podría ser el primer plan paneuropeo de empleo. “Ofrecer un plan de pensiones a sus empleados es un desafío para la mayoría de las empresas. Nosotros partimos de un acercamiento global, pero que cumpla con los requisitos locales, y nos beneficiamos de la economía de escala”, explica Christian Lemaire, responsable global de soluciones de jubilación de Amundi.

El experto define la estructura creada por la gestora como “una solución más eficiente y armonizada” que busca beneficiarse de la actualización de las normativas europeas: una vez aprobada la directiva IORP 2, que establece estándares comunes para proteger mejor a los miembros y beneficiarios de un mismo esquema de pensiones, ahora en diciembre se abre el periodo de análisis para que cada Estado Miembro pueda implementarla de acuerdo con sus regulaciones locales. Tienen hasta el 12 de enero de 2019 para hacerlo. Lemaire enfatiza que Amundi ha dedicado muchos recursos “en monitorización legal, gastos y tiempo” con el fin de ofrecer “una solución para los clientes que sea simple”.

Filosofía global, experiencia multi local

Pero, ¿qué es exactamente lo que ha hecho Amundi? Ha creado un vehículo en Luxemburgo - por reunir las condiciones de seguridad, visibilidad jurídica y eficiencia adecuadas según su punto de vista- y se ha dotado de distintos compartimentos o cuentas separadas, teniendo en cuenta la fiscalidad de los distintos países que componen la UE. “Esto nos permite ofrecer un mismo fondo que esté adaptado a las distintas regulaciones en marcha en Europa, incluyendo la española, al tiempo que nos beneficiamos de la economía de escala y reducimos el riesgo potencial”, explica Lemaire.

Éste aclara que “el vehículo no se emplea exclusivamente para una compañía, pues de lo contrario sólo podríamos desarrollar planes de empleo para grandes compañías; preferimos definirlo como un vehículo multi empleador, en el que desarrollamos varios esquemas de pensiones para distintas compañías”. El leiv motiv sobre el que trabaja la empresa es la quizás manida expresión de “pensar global, actuar local”.

La clave según el representante de Amundi es conseguir desarrollar “soluciones muy industrializadas para rebajar los costes y aportar el mayor valor añadido posible al dinero de los empleados”. Esto implica ser capaz de desarrollar productos lo más modulares posibles para poder customizarlos según las necesidades de cada cliente, y al mismo tiempo poder gestionar la complejidad y transformarla, como se ha explicado anteriormente, en una fórmula que ofrezca simplicidad a las empresas. De esta forma, esta fórmula tiene la suficiente flexibilidad como para explorar en el futuro una vía hasta ahora inédita en España: planes de empleo para pequeñas y medianas empresas, aprovechándose del beneficio de la escala.

Apuesta por la arquitectura abierta y retos

Es necesario indicar que los fondos presentes en estos compartimentos no son exclusivamente de la gama desarrollada por la gestora: “La arquitectura abierta es clave aunque no parezca la solución más obvia para los clientes. No pretendemos proponer sólo fondos de Amundi, porque queremos ganarnos la confianza de nuestros clientes y evitar conflictos de interés. Nosotros lo que hacemos es proponer una plataforma que ofrece acceso a distintos productos, es la única manera de poder ser creíbles”, defiende el responsable. Así, esta plataforma ofrece actualmente acceso a unos 45.000 fondos de más de 400 gestoras de activos. Lo que ha hecho la gestora es establecer acuerdos con compañías aseguradoras para poder ofrecer a sus potenciales clientes servicios de aseguro y garantías.

Amundi abrió este verano un compartimento adaptado para España y por el momento ya cuenta con un gran cliente. Ahora, sus siguientes retos son abrir sendos compartimentos adaptados para las regulaciones de Irlanda y Austria. Otros países donde ya están presentes son Holanda, Luxemburgo, Bélgica, Reino Unido, Italia, Alemania y Portugal. Los dos países más importantes por el momento son Reino Unido y Holanda, ya que entre ellos acaparan el 60% del mercado de fondos de pensiones.

Uno de los grandes retos que plantea este plan paneuropeo del pensiones viene dado por la coexistencia a distintos niveles de dos modelos ahorro. Concretamente, la gestora ha recibido muchas consultas de clientes para saber cómo poder adaptarse aquellos que tengan un plan de prestación definida (DB por sus siglas en inglés) a un plan de contribución definida (DC).

El experto recuerda que, en el primer modelo, las empresas asumen una responsabilidad mayor a la hora de financiar el retiro de sus empleados, mientras que en el segundo cada empresa aporta un tanto por ciento por cada contribución que haya hecho el empleado. “Sólo en Reino Unido existen millones de libras de diferencia entre el modelo DB y el DC. Es un problema real, porque estamos hablando del dinero de la gente, y disponer de rentas suficientes para la jubilación es un reto que está empeorando por el débil perfil demográfico”, comenta Lemaire. Esta transición sigue en marcha a nivel europeo, y están adaptándolo o lo han adaptado ya Reino Unido, Bélgica, España e Italia (aunque en este último país se prevé el regreso al modelo DC). En Holanda sigue siendo dominante el modelo DB, y en Alemania coexisten los dos.

La propia diversidad de regulaciones plantea el otro reto. De hecho, Lemaire aclara que el modelo no siempre es adaptable, como ha sucedido con el caso de Polonia: según la reforma del sistema de pensiones planteada por el Gobierno polaco en 2016, todos los empleados deben suscribir un plan de pensiones de contribución definida, y el fondo estatal de pensiones se encarga por defecto de su gestión. “Es muy difícil, por no decir imposible, que podamos abrir un compartimento local según la regulación, así que en este caso optaremos por desarrollar una solución exclusivamente local para el mercado polaco”, concluye el experto.