“Es momento de posicionarse a valores ligados a las materias primas”, según Schroders

China, India, Brasil y cada vez en mayor medida África están remodelando la economía mundial. La escala del cambio es difícil de exagerar, como demuestra un fuerte crecimiento demográfico combinado con una industrialización y urbanización de estas regiones que contribuirá a elevar la demanda de un modo estructural en lo que respecta al mercado de materias primas, desde el petróleo hasta el carbón, pasando por el acero, el cobre y la madera. Sin embargo, la oferta de muchas commodities se estancará o incluso disminuirá, ya que los recursos son limitados, por lo que crear nuevos suministros será difícil y costoso, mientras que el cambio climático también podría hacer que la oferta fuese más volátil e impredecible, lo que presionará al alza los precios. 

 

Esta es la visión de Sam Catalano, gestor de fondo Schroder ISF Global Resources Equity, quien considera que, en este entorno, los inversores se pueden beneficiar de estos desequilibrios estructurales entre oferta y demanda a través de la inversión en renta variable a activos con exposición al mercado de materias primas. En este sentido, resulta imposible no mirar a China, un país donde la demanda va a aumentar puesto que parte de unos niveles de urbanización y consumo de acero muy inferiores al que reflejan los países desarrollados. “En otras palabras, todavía hay un largo camino por recorrer”, indica Catalano.  

 

Pero… ¿dónde encontrar las oportunidades? Según el gestor de Schroders, el cobre es uno de sus metales que se verán más favorecidos al goza de unos fundamentales atractivos desde un horizonte de dos-tres años. “La oferta es cada vez más estrecha ante lo que supone una disminución de la producción y unos países de África central políticamente inestables”, asegura. A todo ello hay que sumar una demanda que se verá impulsada por la construcción, la energía y el transporte, limitaciones que presionarán los precios al alza.  

 

“Creemos que las previsiones de consenso sobre el precio del cobre son por el momento demasiado conservadoras”, señala Catalano. Asimismo, desde Schroders también esperan que estas tensiones se produzcan durante los próximos tres-cuatro años en el mineral de hierro, “ante la limitada capacidad de las reservas mundiales y la creciente demanda”.  

 

Aprovechar estas tendencias a través de la inversión en el mercado de renta variable es posible. De acuerdo con la gestora, el éxito está en contar con un equipo capaz experimentado y conocimientos de los fundamentos para entrar en empresas de alta calidad capaces de beneficiarse de esta corriente y que, en la medida de lo posible, logren evitar el comportamiento irracional que a menudo suele instalarse en el mercado. Precisamente, “el pánico vivido en la segunda mitad de 2011 es el que ha permitido que actualmente disfrutemos de unas valoraciones muy baratas y ha hecho que el potencial a medio-largo plazo sea muy fuerte”. 

 

A su juicio, los mercados están subestimando el potencial de China para lograr un aterrizaje suave de su economía. “Ahora es un buen momento para invertir en compañías ligadas al mercado de materias primas, ya que cuando el sentimiento del mercado vuelva a cambiar y asistamos a una fuerte subida de esta clase de acciones, el inversor podrá estar bien posicionado para beneficiarse de esta recuperación de la confianza”, afirma Catalano.