Para Paul Chesson, gestor desde hace más de 12 años del fondo Invesco Japanese Equity Core que el año pasado superó en más de 30 puntos porcentuales a su índice de refencia, es el momento de invertir en el mercado japonés.
Hasta septiembre de 2008, su visión era poco positiva en torno al mercado japonés. En su opinión, la demografía en Japón no favorece el crecimiento económico, y en especial el consumo interno. Con una piramide de edad completamente invertida y sin remedio aparente (baja tasa de natalidad y casi nula inmigración), es muy dificil ver tasas de crecimiento significativo. Si a este entorno se suma que el mercado estaba caro, hasta septiembre centraba sus inversiones en los sectores más defensivos, que eran además los más baratos.
Desde septiembre de 2008, la caida de muchas compañías de primer orden mundial, como los grandes exportadores japoneses, provocó una cambio importante en su estrategia. Por primera vez en mucho tiempo, el mercado estaba barato, y especialmente las mejores compañías, eran las que más baratas estaban. En la actualida, cree que a pesar de los elementos negativos endemicos a largo plazo (como la demografía), hay multitud de compañías japonesas que estando fundamentalmente baratas se van a beneficiar de manera muy significativa de la recuperación económica mundial. Compañías líderes en determinados sectores que han visto durante la crisis una mejoría en sus cuotas de mercado y en sus margenes; y por tanto cree que es momento de invertir en Japón.