“En un entorno de PIB bajos, hay que buscar tendencias que se beneficien del gasto”

Las grandes gestoras han optado por incluir en su oferta fondos de inversión que buscan beneficiarse del consumo global. Entre ellas está Robeco, con el Robeco Global Consumer Trends, que destaca por una filosofía que trata de beneficiarse del gasto en consumo pero de forma diversificada. Así, no lo hace sólo a través de compañías inmersas en una tendencia de gasto global, sino de tres de ellas: consumo emergente, consumo digital y fuertes marcas, con un peso determinado de forma activa en función de la situación económica, que permite al fondo batir al mercado en contextos alcistas pero caer con una intensidad o ratio parecida al mercado en momentos bajistas (de hecho, a cinco años su rentabilidad media anual es del 11%). Y todo, gracias a la diversificación que permiten esas tendencias, también en términos de países y sectores. “El consumo emergente es muy volátil, por lo que nuestra cartera se centra también en fuertes marcas y en el consumo digital”, explica Ed Verstappen, especialista de inversión en renta variable temática de Robeco.

 

El Robeco Global Consumer Trends es un fondo enamorado de las tendencias de largo plazo aunque a veces eso suponga pagar más por las compañías que se benefician de ellas si las expectativas de crecimiento en los beneficios son fuertes. Así, está más orientado a las firmas de crecimiento, compañías que podrían definirse como “ganadores estructurales”. “En un entorno en el que el crecimiento será moderado y lento, es necesario buscar tendencias que puedan seguir beneficiándose del gasto, y compañías ganadoras capaces de canalizar ese crecimiento”, dice Verstappen, evitando las áreas de consumo con bajo crecimiento y también las malas compañías dentro de las buenas tendencias, algo para lo que es clave el análisis fundamental. “Necesitamos que el mercado sea bastante fundamental, al contrario de lo que sucedió el verano pasado”, explica.

 

El ejemplo más paradigmático es Apple, la posición número 1 de la cartera, que no sólo está creciendo a un fuerte ritmo, sino superando a sus competidores como Nokia o BlackBerry. “Su PER es menor que el de hace años y es el líder de la industria. Aunque su capacidad de sorprender al mercado es menor que en el pasado y es difícil predecir cuáles serán sus próximos pasos, su valoración es atractiva porque los beneficios crecen muy rápido, en línea con sus márgenes”, afirma. Lo que no significa que se enamoren de los valores. Así, su posición en Apple ha bajado del 4,5% al 2,5% debido a esa menor capacidad de sorpresa.

 

Colchón en las caídas
“Buscamos tendencias donde aún haya gasto, incluso entre los segmentos de la población castigados por la crisis, como la tecnología entre los adolescentes, o las buenas marcas entre las familias”, una apuesta en ese último caso por los nombres más conocidos y por lo tanto, más defensiva, que sirve como colchón en caso de caídas. Así, y dependiendo del contexto de mercado, las tendencias se han ido turnando el papel de principal contribuidor a la rentabilidad, y el fondo tiene flexibilidad para posicionarse de forma más defensiva o agresiva. Si en 2008 el fondo cayó cerca de un 40% debido a la exposición al consumo emergente, el año siguiente recuperó casi un 60% debido a esa exposición. En 2010 subió otro 40% ante el tirón de la tendencia del gasto digital y el año pasado se dejó un 3%, con un posicionamiento más defensivo en fuertes marcas, en un contexto muy complicado. Unas posiciones que a veces obligan a ser “contrarian”.

 

Para este año, Verstappen se muestra satisfecho si el fondo gana alrededor de un 10%, pues la subida de los primeros meses del año, de en torno al 16% en el fondo, debería converger a la media. Además, no espera positivas sorpresas en los próximos meses en términos de beneficios empresariales. “Las sorpresas serán menores”, explica, pues el mercado ya ha ido demasiado rápido en enero y febrero. Y, al igual que exageró las caídas en verano pasado, ahora ha hecho lo mismo con las subidas, motivadas tanto por las ayudas del BCE como por los fundamentales de las compañías.

 

“En este momento, las tendencias que mejor están funcionando son la digital y emergente, y la de grandes marcas va por detrás”, explica. Con respecto al posicionamiento, dice que el fondo está en un punto medio entre defensivo y agresivo, pues ha tomado beneficios en marcas de lujo ligadas al consumo emergente (un consumo más volátil y unas acciones que sufren mucho en un contexto de risk off) y comprado más fuertes marcas, que también pueden beneficiarse del consumo emergente si el contexto es más favorable de lo esperado. Actualmente la tecnología es también una de las apuestas más fuertes del fondo.

 

Entre los valores españoles, destaca Inditex. Aunque en el top 10 predominan nombres conocidos, no tienen por qué serlo y siempre hay cabida para nombres nuevos. Entre los que vigilan de cara al futuro está Facebook, aunque Verstappen aún duda de su inclusión en cartera debido a que no cuentan aún con suficiente información. “Nos gusta el concepto, pero no tenemos suficientes datos”, comenta.

 

Para seleccionar las compañías, las visitan directamente y también utilizan la información proporcionada por el equipo de Robeco en los mercados emergentes y en Asia Pacífico, información con la que los dos gestores, Jack Neele y Richard Speetjens, toman las decisiones de inversión, independientemente del índice. De hecho, el producto no sigue ningún índice, si bien tiene como referencia el MSCI World All Countries desde este año (anteriormente el MSCI World), con una beta muy cercana a 1 y una volatilidad aproximada a la de los fondos globales.

 

Buena historia para los clientes
Con respecto a los clientes, dicen que es una buena historia para clientes institucionales, pero también para fondos de fondos y bancas privadas, y también fondos de pensiones. Un componente que permitió que los flujos se mantuvieran en los últimos meses más estables incluso que en un fondo puro de inversores institucionales. Sus activos se sitúan actualmente en unos 500 millones de euros.