En renta variable optamos por un posicionamiento global neutral

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TRIBUNA de Raimundo Martín, director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.

El mercado de renta variable vive un momento altamente cambiante, lo que en el mes de septiembre nos llevó a neutralizar ciertas apuestas regionales. Pero, en términos globales, seguimos considerando a la renta variable como un mercado interesante.

En Europa esperamos que las bolsas sigan moviéndose lateralmente; el referéndum italiano a comienzos de diciembre y la debilidad del sector bancario pesan sobre las perspectivas a largo plazo. De otro lado, el Banco Central Europeo seguirá interviniendo para mantener unas condiciones financieras óptimas, si bien la probabilidad de que las cotizaciones bursátiles suban con fuerza es baja mientras persistan las incertidumbres.

Centrándonos en nuestro país, los gestores expertos en renta variable española de Mirabaud no descartan que las probables futuras subidas de tipos de la Fed, aunque sean moderadas, provoque una corrección que se contagie al resto de mercados, lo que, de cara al fondo Mirabaud Equities Spain, con una clara orientación value, sus gestores aprovecharían como una oportunidad de añadir valores de calidad a precios atractivos. Dentro de la Bolsa española ven valor a largo plazo en empresas de calidad con fuertes perfiles financieros, visibilidad en la cuenta de resultados y generación de caja elevada y sostenible.

Cruzando el charco, las previsiones de beneficios a doce meses de las empresas estadounidenses han vuelto a subir y, desde comienzos del verano, se han estabilizado cerca del 1% (2016); además, las previsiones para 2017 se han revisado al alza. La decisión de la Reserva Federal de no subir los tipos de interés en septiembre, y las proyecciones que apuntan a subidas futuras moderadas, han atenuado el riesgo de que las valoraciones sufran una contracción importante. Estas últimas, aunque se mueven en máximos históricos, han caído por debajo de 17 veces y la prima de riesgo podría reducirse aún más.

En realidad, la principal incertidumbre para la bolsa de aquí a finales de año viene de la mano del resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos el próximo 8 de noviembre. El gasto público, aspecto en el que están incidiendo los dos principales candidatos a la Casa Blanca, debería aumentar. La candidata demócrata prevé un gasto público adicional de 55.000 millones anuales durante cinco años; el candidato republicano duplica esta cifra. Tras un descenso de 2 puntos porcentuales del peso del gasto público en el PIB desde finales de la década de los 80 del siglo XX, un incremento de la inversión beneficiaría a las empresas expuestas al sector de las infraestructuras. La revalorización del dólar como consecuencia de unas políticas más proteccionistas dará apoyo a las empresas centradas en el mercado interno.

Definitivamente, y a pesar de nuestra decisión de neutralizar algunas apuestas regionales, seguimos confiando en las buenas oportunidades de la renta variable a nivel global. Optamos, así, por el retorno a un posicionamiento global neutral mediante el refuerzo de la exposición a la bolsa estadounidense y la reducción del peso de las acciones suizas.