¿En qué nivel de fragmentación se encuentran los mercados europeos de valores?

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-Brenda Starr-, Flickr, Creative Commons

La introducción de la normativa MiFID II ha propiciado un nuevo terreno de juego en la industria de valores europea, en el que los antaño mercados oficiales han perdido peso frente a nuevas plataformas de contratación y los conocidos como dark pools, en los que se negocian sobre todo grandes bloques de valores. A este respecto, en un desayuno organizado por la Asociación Española para las Relaciones con Inversores (AERI) y Auriga Global Investors para las entidades cotizadas, se pusieron de manifiesto algunos datos reveladores respecto a este nuevo contexto.

A nivel europeo, más del 40% de la contratación se produce ya en plataformas distintas a las conocidas como bolsas oficiales y, en España, en el mes de marzo la contratación fuera de la bolsa española alcanzó el 57% en entidades del Ibex 35, según un informe publicado en la web Auriga Mifid.

“Es el fenómeno conocido como fragmentación y está afectando a todos los mercados europeos, incluido el español, donde se ha producido con un cierto retraso, sin embargo, hasta la reforma del sistema de liquidación que entró en vigor en abril de 2016”, recuerdan AERI y Auriga. El objetivo último es que, a través de la mayor competencia, se garantice la mejor ejecución (best execution) de cada una de las operaciones de inversión, siempre en beneficio de los inversores.

Dark pools

Los dark pools son sistemas de contratación normalmente destinados a las operaciones en bloques de grandes inversores, a los que MiFID II impone limitaciones para restringir su peso en el conjunto de la contratación. Hasta el momento, han sido 14 las entidades españolas afectadas por las restricciones en dark pools desde el mes de enero. “Es necesario estar alerta, conocer la regulación y las implicaciones para las entidades cotizadas”, señala Javier Rodríguez Vega, director de AERI. Asimismo, “este cambio radical en las reglas de juego, que implica una mayor fragmentación del mercado, nos obliga a cambiar nuestra forma de realizar el seguimiento de los fondos y prestar una mayor atención a las bolsas internacionales para tener una visión global de los flujos de inversión”, indica.