Ser capaz de identificar correctamente lo que un inversor tiene en cartera y de contabilizar para su presupuesto el riesgo es clave a la hora de calibrar su grado de exposición al mercado. Existen metodologías de valoración alternativas, ya sea de linearización o mark to market. En condiciones desfavorables del mercado, la primera opción puede aumentar el rendimiento, mientras que la segunda puede derivar en el pago de un peaje vía retornos.
Valor de mercado implica que el gestor del fondo es capaz de comprar nuevas emisiones, sin diluir el desempeño del fondo. A la larga, es la solución ganadora tanto para los inversores actuales como los potenciales.
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