"En el largo plazo somos optimistas con Latinoamérica y consideramos que las valoraciones son atractivas"

Los mercados de renta variable de Latinoamérica han registrado una rentabilidad negativa en dos de los últimos tres años, afectados al igual que el resto de los mercados emergentes por las dudas sobre su situación y el interés que despierta la recuperación de los mercados desarrollados. Sin embargo, Will Landers, senior portafolio manager de BlackRock Latin America Investment Trust, considera que este año será positivo para Latinoamérica, con Brasil como principal beneficiado.

"La recuperación económica en México junto con Brasil, y el impulso en el crecimiento de los países andinos, proporcionan un telón de fondo para un mejor rendimiento del mercado bursátil durante 2014", explica el experto en una columna de opinión publicada por Investment Europe. "Creemos que los fundamentos a largo plazo siguen en pie. Según el experto, factores como la creciente clase media y la demanda acumulada asociada con las áreas de crédito y la vivienda son dos factores de crecimento que "no han cambiado y no son afectadas por el flujo global de fondos". Asimismo, añade que "la región es rica en recursos naturales, con crecientes reservas de petróleo y gas, así como de minerales. Además, cuenta con amplias zonas para la expansión de los negocios relacionados con la agricultura- todas las áreas que se suman a la historia del crecimiento más allá del desarrollo de la base de consumidores de la región."

En términos generales, desde BlackRock "creemos que los mercados latinoamericanos de renta variable están mejorando, especialmente en Brasil, y estamos pendientes para tomar ventaja". Puntos positivos para la renta variable brasileña incluyen el éxito de las últimas subastas de carreteras y aeropuertos de peaje, las sólidas cifras de empleo, la mejora de la calidad de activos en el sistema financiero y que este año probablemente se observe un flexibilización de las políticas aplicadas por el Banco Central. "Todo esto combinado con el hecho de que el mercado brasileño se encuentra entre los más baratos de los mercados emergentes, y que el crecimiento de beneficios deberían cumplir con las expectativas para 2014", explica.

En el caso de México, "con la reforma energética completada, la atención del mercado se centrará en los fundamentos y la capacidad de la economía mexicana para volver al crecimiento después de un decepcionante 2013". "Creemos que la continuación de las reformas estructurales sigue siendo la ruta más atractiva a través del cual la mayoría de los países de América Latina pueden sostener y aumentar sus perspectivas de crecimiento económico, y ésta será al final el camino elegido por los políticos de las principales economías de la región. Por esta razón, aunque esperamos que la volatilidad continúe en el corto plazo (sobre todo, mientras los países continúen adaptándose a la normalización de los tipos de interés), en el largo plazo seguimos siendo optimistas sobre las perspectivas de la región y también consideramos que los niveles de valoración actuales son atractivos".

China y su relación con la región

En cuanto a los riesgos, Landers indicia que la evolución de la economía china continuará afectando a los mercados de la región. Sin embargo, considera que los políticos del gigante asiático cuentan con los herramientas necesarias y el deseo de orquestar una moderación gradual de su economía en la próxima década. Esto, a su vez, reduciría cualquier impacto de importancia en la renta variable latinoamericana.

Mientras tanto, el interés del gigante asiático por la región está en aumento. En 2013, las empresas chinas invirtieron 80.000 millones de dólares en Latinoamérica, el 13% de la inversión total de China en el mundo, en sectores como infraestructuras y minería en Brasil y México. Liu Xia, representante de la National Development and Reform Commission, indicó recientemente que esperan que dicha cooperación aumente en la medida en que las empresas chinas exploran las oportunidades de negocio fuera del país. En total, calculan que alrededor de 500.000 millones de dólares saldrán de China en los próximos cinco años.