“En ausencia de cualquier estímulo externo, China seguiría creciendo al 7% este año”

Kamil Molendys, Unsplash

Uno de los grandes temas de debate respecto a la economías emergentes se centra en su capacidad para mantener el ritmo de crecimiento económico al margen de los países desarrollados. Y, en opinión de Kim Catechis, responsable de la división de emergentes de Scottish Widows Investment Partnership (SWIP), China tiene sin lugar a dudas la capacidad de seguir creciendo, al margen de que la recuperación de EEUU se produzca o no en 2009. “Creemos que incluso en ausencia de cualquier estímulo económico, como la del consumo estadounidense, China puede crecer un 7% este año”, afirma. De hecho, según este experto con más de 23 años de experiencia en mercados emergentes, “la economía estadounidense nunca ha sido menos relevante”.

Según Katechis, la economía china es cada vez menos dependiente de las exportaciones, cuyo peso sobre el PIB se ha ido reduciendo paulatinamente a favor de la demanda interna. Además, este país es uno de los pocos que gozan de experiencia en la implementación de políticas anticíclicas, lo que le permite modular su crecimiento.

En cuanto al conjunto de los mercados emergentes, Katechis considera que la aversión al riesgo irá desapareciendo, por lo que volverán a incrementarse los flujos de capital a estos mercados. “Los inversores se dejarán guiar cada vez más por los fundamentales y menos por la percepción de la política económica, como han hecho hasta ahora”, dice.

En su opinión, existen tres elementos que determinarán la capacidad de supervivencia de un país en esta crisis: la estabilidad política, la calidad de los tecnócratas (lo que quiere decir que no cometan grandes errores a nivel macroeconómico) y, en tercer lugar, la capacidad para llevar a la práctica las políticas elegidas. Según Katechis, tanto China como Rusia y Brasil cumplen los tres elementos. India falla en el último punto ya que, si bien es un país democrático, tradicionalmente el Gobierno ha estado formado por coaliciones de intereses enfrentados que han dificultado una política ágil y homogénea.

Por este motivo, es especialmente relevante la reciente victoria del Partido del Congreso, que podría conseguir una mayoría absoluta y cambiar el rumbo de la política india. Katechis resta importancia a la reacción desmedida del mercado (la bolsa india tuvo que cerrar tras la fuerte subida que siguió a la victoria electoral), aunque reconoce que “es cierto que ha caído un obstáculo histórico para el mercado indio”.

Más allá de los países BRIC, el experto también es positivo con el mercado sudafricano, que goza de “tecnócratas de alto nivel, aunque aún le falta algo de robustez macroeconómica”. Además, este mercado se beneficiará de dos tendencias que para Katechis suponen los principales temas de inversión en el área de la renta variable emergente: las infraestructuras y el crecimiento de la clase media.

No juegan lotería

El equipo liderado por Katechis está compuesto por siete gestores con una experiencia media de quince años cada uno. “Nuestro valor añadido radica en el stock picking, construimos las carteras desde abajo”, explica. Además, según el responsable de emergentes de SWIP, realizan una due dilligence más exhaustiva que la media, ya que su horizonte se inversión es a tres años. “Respetamos mucho a nuestra competencia, por lo que es imprescindible plantearse un horizonte superior a un año. De otra forma no nos sería posible detectar anomalías de mercado que se les hubieran pasado inadvertidas a nuestros competidores”, comenta. El Global Emerging Markets Fund, uno de los buques insignia de la gestora, acumula una rentabilidad anualizada del 5% en los cinco últimos años, con datos a 31 de marzo de 2009.

Katechis aclara que el estilo de inversión no es value, sino que se basa en el análisis fundamental, tanto desde un punto de vista cualitativo como cuantitativo. Posteriormente aplican un descuento a la valoración de la compañía en función del riesgo país. “Cuando compramos una acción, compramos una participación de una empresa, no un billete de lotería. Si seleccionas tu inversión como lo harías con un billete de lotería, se acaba comportando como tal”, afirma.