Emergentes: de líderes en crecimiento a líderes en reformas estructurales

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Foto cedida

Los países emergentes han recuperado parte del oxígeno perdido este verano al decidir la Reserva Federal que aún no empezará a retirar estímulos. Adicionalmente, la mejora de los datos macro en China, junto con las medidas estructurales anunciadas en el contexto del Congreso del Partido Comunista Chino y el fuerte compromiso del Banco Popular de China para endurecer la política monetaria también ha sido un factor de apoyo en opinión de Haiyan Li-Labbé, analista de Carmignac Gestion

Según la experta, “la consecuencia de la mini crisis de mayo y junio es que mostró que el mundo emergente está dividido en dos grupos. Por un lado tenemos países con dinero para gastar (China, Corea del Sur, Taiwán…) y, por otro, a países muy dependientes de la financiación externa (India, Brasil, Turquía, Sudáfrica…), cuyos tipos de cambio y mercados de renta fija siguen debilitados por la amenaza de escasez de liquidez”. El retraso del final de las políticas ultra laxas y la recuperación china han contribuido a mejorar las previsiones generales sobre el mundo emergente, insiste Li-Labbé. 

Siete años de reformas en Pekín 

En particular, las reformas aprobadas en China, que tienen dimensiones económicas, sociales, políticas, legales y administrativas, serán una pieza determinante del futuro chino y de los países en su área de influencia. Aunque el Gobierno chino prevé que las reformas finalicen en 2020, desde Carmignac están convencidos de que “estas reformas tendrán un impacto decisivo sobre el país durante los próximos diez años”. Además, creen que la fortaleza que ha presentado el yuan a lo largo de este año en comparación con el resto de divisas emergentes “podría añadir credibilidad a los planes de China de establecer un comercio y reserva de divisas que infunda confianza en varios jugadores de la región mientras que China consolida su posición”. 

Por otra parte, consideran “muy positivo” que se haya acordado la creación de un comité de asignación de tareas que supervise el desarrollo, coordinación e implementación de las reformas. “Es elevadamente probable que Xi Jinping (presidente de China) liderará esta organización. Si esto pasa, será la primera vez desde los 80 que un secretario general del partido juega un papel decisivo en la implementación de un programa de reforma”, explica la analista, que a continuación disecciona las implicaciones de algunos de los cambios más importantes. 

La clave es que muchas de estas reformas están encaminadas a estimular el consumo doméstico. Por ejemplo, el cambio más destacable en materia fiscal sería la reforma del sistema de recaudación de impuestos, “dando como resultado la redefinición de los papeles y las responsabilidades de los gobiernos locales y el gobierno central”. Li-Labbé cree que, como consecuencia, el gobierno central podría captar un porcentaje mayor de ingresos procedentes de los impuestos y utilizarlos para desarrollar políticas sociales, incitando a las familias a aumentar su gasto en bienes de consumo más que al ahorro. Adicionalmente, el cambio en el sistema de censo (Hukou) permitiría a 230 millones de trabajadores emigrantes regularizar su situación en la región en la que trabajen. Esto les permitirá acceder a los servicios públicos y potenciaría su capacidad de consumo. 

Dentro del paquete de reformas también se incluye la de la distribución de las tierras de cultivo, la lucha contra la corrupción y la relajación de la política del hijo único. “La ley podría permitir a las familias tener dos hijos, si al menos uno de los padres es hijo único”, aventura la responsable de Carmignac. 

China no ha sido la única nación en desarrollo que ha anunciado cambios estructurales este año. Ha sido también el caso de México, cuyo Gobierno se está centrando especialmente en acabar con los monopolios presentes en el país, incluyendo el de la petrolera estatal Pemex. “Hay un potencial enorme en el sector de la energía, particularmente para la exploración en aguas profundas y en gas pizarra”, apunta Li- Labbé. 

Las otras grandes reformas afectan a la  educación, la flexibilidad del mercado laboral y a la apertura del mercado de telecomunicaciones a inversores extranjeros, puesto que – como puntualiza la analista- “su infraestructura en telecomunicaciones sufre una seria carencia de inversión”. Haiyan Li-Labbé estima que “estas medidas deberían contribuir a una economía más boyante, dado que el crecimiento no decepciona”. 

2014, año de reformas

El que viene también será un año crucial en materia política para las naciones emergentes, pues India, Brasil, Indonesia y Turquía celebrarán sus respectivas elecciones. “La mejora de las previsiones globales para los países emergentes está, sin embargo, ambientada en un fondo de turbulencias políticas. En este contexto, es aconsejable un acercamiento basado en temas, más que geográfico”, recomienda Li-Labbé. 

La analista de Carmignac destaca como clave el proceso electoral indio, al considerar que “será un gran evento para el desarrollo del país”.  Los comicios indios están previstos para mayo de 2014, y se prevé que los partidos políticos del país presenten propuestas que se puedan articular en reformas y puedan estimular la inversión, que ha sido una de las grandes carencias del país en los últimos años. “Ha habido fuerte influencia política en las decisiones tomadas en el país, especialmente en lo referente al desarrollo de infraestructuras. Las próximas elecciones podrían por tanto llevar a un cambio de gobierno que podría ser propicio para el desarrollo de nuevos proyectos”, diagnostica la experta. 

Y mientras tanto, las políticas populistas impulsadas en Brasil por el gobierno de Dilma Roussef están “incentivando el crecimiento al alimentar sin embargo un crecimiento poco sano del crédito”, señala Li-Labbé, que recuerda que “el intervencionismo político sigue siendo muy prominente en Brasil, y el sistema de seguridad social en particular parece estar fuera de línea respecto a la situación económica del país”. El pronóstico de Carmignac es que la mejora del modelo económico del país llevará todavía un tiempo. “Sin embargo, como inversores, Brasil es un mercado en el que estamos presentes dada la calidad de sus negocios”, puntualiza la analista. 

Li-Labbé termina su análisis fijándose en los distintos sectores que destacan dentro del mundo emergente. Aunque recuerda que sectores más defensivos como el consumo básico han sufrido más la rotación de activos, sigue pensando que los bienes de consumo y la alimentación siguen siendo “un fuerte tema de inversión de largo plazo en los países emergentes”. Al tiempo, la analista destaca la aparición de oportunidades en los sectores industrial y aeroespacial y en la robótica.