Elmar Peters (Flossbach Von Storch): “El mundo no va a volver a economías normalizadas”

Elmar Peters (Flossbach von Storch)
Foto cedida

Flossbach Von Storch es una de las mayores gestoras de multiactivos de Alemania. Una gestora con un enfoque muy particular sobre esta clase de activos, ya que consideran que un fondo multiactivos no es necesariamente una cartera que reúna las mejores ideas de renta variable y de renta fija. “Lo más importante es considerar la relación entre los activos y ver cómo interactúan”, explica Elmar Peters, gestor de carteras senior de Flossbach Von Storch y uno de los responsables de gestión de la gama de multiactivos, en la que trabaja un equipo de 11 personas. Dentro de esta gama, se encuentra el FvS Multi Asset Defensive Fund, que invierte entre un 40 y un 75% en renta fija y ya tiene la calificación de blockbuster del sello Funds People en España. El fondo tiene una filosofía de total return con una visión a largo plazo. El objetivo es preservar el capital en un ciclo de dos años.

“En Flossbach Von Storch buscamos por un lado la calidad y por otro, aquellos factores que puedan impulsar o desencadenar cambios en los distintos activos”, señala Peters. Se trata de un proceso que no es ni top down, ni bottom up, sino una mezcla de ambas visiones. “El equipo de estrategia se reúne mensualmente para hacer un repaso de lo que está ocurriendo en los mercados y a sus perspectivas. Últimamente hablamos mucho de lo que están haciendo los bancos centrales y de cómo están ampliando la base monetaria. Pensamos que esta tendencia continuará de alguna manera, y que eso hará imposible volver a escenarios más normalizados con retornos de un 6%, 7% a largo plazo. Aunque EE.UU. y Europa vayan frenando, seguiremos viendo creación de dinero por parte de Japón, Suiza y China. En China, el crecimiento está muy basado en el crédito y en el impulso del banco central chino”, añade el gestor.

En un escenario en el que gran parte del mercado apuesta por la normalización, en FvS creen que el crecimiento de las bases monetarias seguirá siendo una de las bases de los mercados. Para Peters, “hay tanto dinero que hay que seguir creando dinero, es algo que no va a parar. Además, periódicamente asistimos a crisis puntuales como la que ocurrió en China, o el Brexit o el temor ante los resultados de las elecciones francesas. Este año Italia tendrá elecciones. En esos entornos no es posible que los bancos saquen dinero del sistema”.

Sobre el posicionamiento actual del fondo, actualmente tienen un 60% en renta fija, cerca de un 30% en acciones y algo de oro mediante certificados, convertibles y liquidez. La parte de renta fija está invertida en un 90% en deuda corporativa, una mezcla de títulos europeos, americanos y emergentes pero en divisa fuerte, con una duración media de 3,4 años. Hacen un uso activo y flexible de la liquidez, sobre todo cuando no ven oportunidades en el mercado, o cuando creen que un recorte eventual va a generar ocasiones más interesantes. En cuanto al oro, en FvS consideran esta inversión como una inversión en divisas. Peters señala que “funciona como una cobertura natural ante crisis sistémicas en las que pueda haber escasez de liquidez, aunque a veces preferimos invertir en oro a través de la compra de compañías mineras”.

En cuanto a la renta variable, su peso no ha variado mucho los últimos años, pero sí su composición. “En 2016 cambiamos la cartera. Teníamos muchas farmacéuticas y temíamos que ante una posible victoria de Hillary Clinton el sector se viera afectado, por lo que recortamos algo su peso en favor de los bienes de consumo no cíclicos ya que pensábamos que los tipos de interés no iban a variar mucho y nos interesaban compañías parecidas a los bonos. Luego volvimos a cambiar, e incorporamos otros sectores como el tecnológico. Nuestra visión es algo más optimista”, apunta Peters.

Es la visión la que dirige el interés por los sectores, pero el análisis de la calidad es fundamental en la elección de la compañía. “Cada compañía recibe una nota sobre su calidad. Nos centramos mucho en el análisis de factores como la generación de cashflows, la actitud del equipo gestor de las compañías y las barreras de entrada. Ese análisis se materializa en un rating de calidad”, explica el gestor. Invierten fundamentalmente en mercados desarrollados con alguna apuesta eventual en alguna compañía emergente. Actualmente la mayoría de las compañías son europeas, seguidas muy de cerca por las estadounidenses, pero con una vocación global de negocio. La decisión de cubrir la divisa en la parte de renta fija o renta variable es flexible y de va decidiendo en función del momento, así, a principios del año el dólar estaba cubierto al 100% y luego fueron rebajando la cobertura progresivamente. La idea es siempre gestionar el fondo no como una suma de partes, sino como una totalidad.

Los derivados se usan tanto como cobertura como una forma de gestionar ordenadamente la carteras. “A veces los usamos para generar cash, usando covered calls. Últimamente dada la baja volatilidad, hemos recurrido a opciones put a muy largo plazo, que nos permiten capturar las subidas del mercado al tiempo que ofrecen protección”, señala Peters.

Para el equipo de gestión de FvS, 2018 se parecerá a 2017, aunque siempre puede haber una sorpresa china como en 2016. “Los tipos de interés van a subir, pero habrá que ver si tanto. El mercado espera cuatro subidas de la Fed, nosotros sólo dos. Además hay que tener en cuenta que en EE.UU. una excesiva apreciación del dólar no sería buena para la economía. Si hay presiones como las elecciones en Italia, o algo en Corea del Norte , los bancos centrales no van a poder retirar liquidez. El mundo no va a volver a una economía normalizada. No es posible. En el futuro podríamos llegar a tener inflaciones por encima del 3% con tipos a cero. En Japón ya ha pasado con inflación al 2%. Crea problemas para compañías aseguradoras, pensiones y ahorradores, pero es bueno para los deudores, para los estados. Puede haber inflación pero no necesariamente tipos más altos, porque no habría forma de repagar la deuda, es mejor recomprarla a tipos baratos como hace el BOJ. Es buena solución para el deudor, pero no para los fondos de pensiones o las aseguradoras. Esta visión se plasma en nuestra preferencia por la deuda corporativa frente a la deuda soberana”, concluye Peters.